Pedro Sánchez ha vuelto a ofrecer al PP la abstención del PSOE para investir a Alfonso Fernández Mañueco como presidente de Castilla y León. El jefe del Ejecutivo central, como ya hizo la víspera, ha asegurado que dará ese respaldo a los populares de Pablo Casado para evitar que tenga que solicitar el apoyo de Vox. Los resultados de las elecciones del domingo en esa comunidad han supuesto una victoria envenenada para el PP, ya que necesita al menos dos abstenciones para que Mañueco pueda seguir de presidente. La fuerza de ultraderecha, con 13 procuradores, está dispuesto a ayudarle, pero exige, al menos por ahora, formar parte del Ejecutivo regional, algo que Casado desdeña.

"Le ha llegado la hora de la verdad. Tiene que decidir si abre la puerta a la ultraderecha o no. Usted creó una trampa y está atrampado. Le gustaría que otros partidos le sacaran de esa trampa en la que se ha metido usted. Estamos dispuestos a ayudar, pero tiene que hacer lo siguiente: tiene que pedir ayuda, tiene que explicar por qué la ultraderecha no puede entrar en los gobiernos y tiene que decirnos si [esa ruptura] es para todos los días, para siempre y en todos los territorios", ha declarado Sánchez en la sesión de control al Gobierno. 

Rufián advierte a Sánchez de que se equivoca si se alegra de que “el lobo [Vox] se coma al PP”, porque “el lobo morderá, siempre morderá, y también al PSOE”

El presidente ha apuntalado su “oferta” en la respuesta a Gabriel Rufián. El portavoz de ERC le ha advertido de que se equivoca si se alegra de que “el lobo [Vox] se coma al PP”, porque “el lobo morderá, siempre morderá, y también al PSOE”, gancho que le ha servido para reclamarle que “ponga políticas de izquierda sobre la mesa, y no una reforma laboral aplaudida por Ana Patricia Botín” y que “afronte el conflicto político con Cataluña”, porque “quizá solo así evite hacer las maletas en Moncloa”. 

“No me alegro del auge de la ultraderecha en mi país”, le ha replicado el presidente. “Ayer [en el Senado] ofrecí la abstención del PSOE al PP en Castilla y León si rompía los acuerdos con la ultraderecha no para hoy y no dependiendo del territorio, sino para siempre y en todos los territorios en nuestro país”, ha reiterado, entre los aplausos de su bancada. Sánchez ha sido muy duro con Rufián, al remarcarle que no acepta lecciones suyas: “Siempre pasa algo con la izquierda soberanista cuando trata de dar lecciones a la izquierda española. Voy a cumplir dentro de unos días 50 años. A mí no me da nadie carnés de izquierda y menos ustedes”.

El jefe del Ejecutivo ha vuelto a defender la reforma laboral, a la que se opuso ERC, porque afirmar que es la que hubiera firmado Albert Rivera “es un insulto” a los sindicatos que rubricaron el acuerdo, que fueron un ejemplo de “patriotismo” que el Ejecutivo agradece. “Usted a lo mejor considera que está más a la izquierda que UGT y CCOO, pero no es mi caso”, le ha espetado. 

"Deterioro" institucional

El jefe del Ejecutivo ha hecho su primera reflexión sobre Vox en su último turno de palabra en el cara a cara con Casado, que había centrado su pregunta al Gobierno en pedir explicaciones a Sánchez sobre el "deterioro" de las instituciones desde que está en la Moncloa. El líder del PP ha acusado al dirigente socialista, entre otras cosas, de hacer "trampas" con los sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), "usar" el 'Boletín Oficial del Estado' con intereses partidistas en plena campaña, dar los fondos europeos "a dedo". Casado, además, ha denunciado que está "usando" Instituciones Penitenciaras para excarcelar y dar permisos a presos etarras "a cambio de los votos de Bildu para poder permanecer en la Moncloa".

Sánchez ha respondido que "no degradar" las instituciones también es "responder con buenas formas" a los "improperios e insultos" que el PP, ha dicho, le dedica en el Congreso. "La democracia es perfectible, pero es evidente que entre todos podemos mejorarla. Creo que sería más sana y más fuerte si ustedes cumplieran con la Constitución y renovaran el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)", ha añadido. Sánchez ha afeado a Casado que vaya a Bruselas "a hablar mal de España", use "tránsfugas" para "tratar de ganar votaciones o arrebatar gobiernos en determinadas comunidades autónomas" y genere "infundios" sobre los resultados de las votaciones de las Cortes Generales, en referencia a la de la votación laboral.