El juez de Vigilancia Penitenciaria, dependiente de la Audiencia Nacional, ha dictado la regresión a segundo grado del preso de ETA Iñigo Gutiérrez Carrillo, lo que supone su reingreso en prisión, dos semanas y media después de que fuera acercado, en tercer grado, al Centro de Inserción Social (CIS) de Zaballa (Álava).

Según ha informado el colectivo de familiares de presos de ETA, Etxerat, la AN ha vuelto a dictar regresión de grado para un preso de ETA, tras los casos de Unai Fano, el pasado septiembre, tras permanecer en segundo grado en la calle durante ocho meses, y el más reciente de Jon Crespo, que tuvo que volver a entrar en la prisión de Basauri, pese a que desde el pasado octubre de 2021 disfrutaba de tercer grado.

El colectivo de familiares de reclusos de la banda terrorista ha recordado que, entre las razones por las que Gutiérrez fue progresado a tercer grado, se encuentra el cuidado de su hija, que tras cumplir tres años de edad tuvo que abandonar recientemente la prisión en la que vivía con sus padres, mientras María Lizarraga, pareja del preso de Algorta y madre de la niña, se encuentra presa en la cárcel alavesa.

Iñigo Gutiérrez cumplió las tres cuartas partes de su condena en enero de 2019. Este recluso ingresó en prisión el 27 de julio de 2008 y cumple una condena de 14 años por los delitos de colaboración con banda armada y depósito de armas y municiones.

Su pareja, María Lizarraga ingresó en prisión el 18 de diciembre de 2008 y tiene una condena de 19 años y 13 meses por los delitos de asociación ilícita, falsificación de documento público, tenencia de explosivos, tenencia ilícita de armas, robo y hurto. En este caso, cumplirá las tres cuartas partes de la condena en enero de 2024.