La Sala de Apelación de la Audiencia Nacional no ve necesario realizar nuevas pruebas antes de proceder a revisar la sentencia que impuso penas de 53, 46 y 8 años de prisión a dos miembros y un colaborador de la célula terrorista que conformó el imán Abdelbaki Es Satty con un un grupo de jóvenes de Ripoll que terminaron siendo abatidos por los mossos tras cometer los atropellos de Barcelona y Cambrils el 17 y 18 de agosto de 2017, según consta en un auto al que ha tenido acceso El Periódico de Catalunya, medio que forma parte del mismo grupo editorial que este diario.

El tribunal es especialmente tajante a la hora de descartar la necesidad de practicar nuevas pruebas en relación con la muerte de Es Satty y califica de "minucioso análisis" el realizado por el tribunal que presidía Alfonso Guevara de las "pruebas relativas a la identificación genética de los restos cadavéricos hallados en Alcanar", pese a que en la vista oral no se juzgaba el fallecimiento o no del imán, sino a quienes ocupaban el banquillo de los acusados.

Siete declaraciones y muestras

Aún así el auto añade que "cabe concluir de lo actuado que en la explosión de la casa de Alcanar la noche del 16 de agosto de 2017 fallecieron Youssef Aalla" y el imán de Ripoll. ¿Por qué? Porque el único superviviente del chalet, Mohamed Houli Chemlal, al que se impuso la mayor pena, declaró cinco veces ante la policía y dos en el juzgado que esa noche Es Satty estaba allí.

Pero también por los perfiles genéticos que se recogieron entre los escombros y fueron analizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona. Para poder hacer el cotejo de los restos de Es Satty se recogieron también perfiles genéticos en su domicilio, como una chilaba, botellas y el picaporte de una ventana.

Y se llevaron a Marruecos para contrastarlos con el de un hermano, la madre y la hija de Es Satty. Las muestras fueron analizadas por dos expertos marroquíes que declararon los vínculos entre los restos encontrados en Alcanar y sus familiares marroquíes. Que los peritos no pudieran venir al juicio por el covid no resta validez a las conclusiones del informe extranjero.

En cualquier caso, concluye el tribunal que sería irrelevante que Es Satty siguiera vivo para determinar si la condena impuesta a los dos integrantes de la célula condenados y el colaborador es ajustada a derecho o no, porque la única consecuencia que provocaría seria la celebración de un nuevo juicio en el que sería él quien ocupara el banquillo.