La reforma laboral es "prioritaria" para el Gobierno y, a quince días de la votación en el Congreso, el PSOE no renuncia a ninguna opción. Ni a sacarla con los socios habituales, con el bloque de investidura, ni a sacarla adelante con la ayuda de Ciudadanos. El principio básico que reitera el círculo de Pedro Sánchez es que el decreto ley ha de convalidarse sin más, sin introducir cambios posteriormente, porque hay que "preservar" el texto pactado con patronal y sindicatos. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, mano derecha del jefe del Ejecutivo, lo trasladó de nuevo este jueves en un desayuno informativo en Madrid, y además lanzó un mensaje importante, dirigido tanto a Unidas Podemos como a los grupos parlamentarios: para los dos años que quedan de legislatura, el Gobierno apuesta por "ensanchar mayorías".

Dicho de otro modo, que Sánchez pretende abrir el perímetro de los acuerdos en "cuestiones fundamentales". Y la nueva legislación del mercado de trabajo es una de ellas. Los socios de izquierdas, los grupos "que consiguen acuerdos con el Gobierno frecuentemente", son "fuerzas prioritarias" en el diálogo del bipartito, esgrimió Bolaños, pero la laboral es una reforma "de Estado, de país", y "no tiene sentido dar la espalda a sindicatos y empresarios". De modo que "todas las fuerzas políticas" debieran estar, a su juicio, "a la altura" y apoyar el texto en la Cámara baja. En esa ecuación, públicamente se extiende el llamamiento al PP, pero en la práctica el Ejecutivo ya sabe que no puede contar con sus votos por el rechazo tajante que ha adelantado v

El ministro insistió en que la reforma laboral es "un buen acuerdo", en que la redacción es "equilibrada" y en que su principal valor es que ha sido pactada por los "protagonistas" de las relaciones del mercado de trabajo, empresarios y trabajadores, y que permite que los primeros tengan "alternativas para no recurrir al despido" y los segundos "no sufran la labra de la temporalidad y de la precariedad". Los agentes sociales han "estado a la altura", dijo, dirigiéndose a los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, presentes en el desayuno informativo, y por eso las fuerzas políticas ahora han de "sumarse a un buen acuerdo porque todos ganan". "Quien esté en contra es quien pretenda imponer su voluntad a la del resto", razonó.

"Hemos de ser capaces de que los acuerdos lleven a políticas públicas que sean de todos, porque garantiza que perduren", apunta

El argumento que esgrime el Gobierno para "ensanchar las mayorías" es que los acuerdos deben permanecer vivos. "Hemos de ser capaces de que los acuerdos lleven a políticas públicas que sean de todos, porque garantiza que perduren [...]. Queremos un acuerdo amplio [sobre la reforma laboral] y que perdure en el tiempo", señaló el titular de la Presidencia.

"No es un proyecto de nadie"

Bolaños hizo hincapié en que la reforma del mercado de trabajo "no es un proyecto de nadie, es de España, es del Gobierno en su conjunto y debiera serlo de la mayoría de fuerzas". Una indirecta de soslayo, por cierto, a Yolanda Díaz, a quien los socialistas acusan de intentar capitalizar el pacto. El ministro recordó entonces que el Ejecutivo no quiere ningún cambio en el texto, pese a que en Unidas Podemos se abren a estudiar modificaciones mínimas para atraer a los socios de investidura. "Queremos preservar ese acuerdo, respetarlo", porque es fruto de "equilibrios" complejos. En el turno de preguntas, el hombre fuerte del Ejecutivo no quiso referirse a ninguna fuerza en concreto, tampoco a Cs, que puede convertirse en un actor fundamental, o en el PNV, con quien la dirección del PSOE se reúne este jueves en Bilbao. De nuevo apeló a su "sentido de responsabilidad" y les reiteró que le "extrañaría" que prefirieran el marco impuesto por el PP en 2012 y no el impulsado por el Ejecutivo. Es, pues, "un proyecto de país".

Tras el desayuno, fuentes del Gobierno se mostraron "confiadas" en la cita con la formación nacionalista, y pidieron no dar "ningún voto por hecho". Este jueves, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, subrayó que la "responsabilidad" de su partido es con Euskadi, y eso le lleva a "defender la prevalencia de los convenios autonómicos frente al marco estatal". "Si esto no se garantiza, nuestro voto será no, sin abstenciones tácticas". Desde el ala socialista del Ejecutivo se respondía que intentarán convencer a los nacionalistas, igual que a ERC, de que "no hay margen" para introducir cambios, y de que ni sindicatos ni patronal quieren abrir ese melón. La CEOE fue durísima esyte miércoles y advirtió de que si se toca una coma no solo abandonará el pacto sino que no se sentará a negociar más.

El líder de CCOO subraya que ahora toca "convalidar" la reforma y que quedan dos años de legislatura en los que pueden sacarse adelante otras medidas de carácter laboral

El Gobierno encontró auxilio en su argumentación en unas palabras de Unai Sordo a los periodistas al término del desayuno de Bolaños. El líder de CCOO pidió a los grupos que haya una "convalidación del decreto", sin más, y que sean conscientes de que quedan dos años de legislatura en los que podrán tomarse "más medidas de carácter laboral". El dirigente sindical pidió a los partidos de izquierdas que "piensen más en la posibilidad de que millones de que trabajadores en España tengan un contrato indefinido", en los "problemas de la gente", y menos en las "próximas elecciones generales", porque esta es "buena reforma".

En respuesta al PNV, recordó que ya existen convenios estatales, provinciales y autonómicos y la prevalencia de estos últimos "no se ha abordado" en la negociación de los últimos nueve meses. "No hay ningún cambio en la legislación y quedan dos años de legislatura. Lo que toca ahora es convalidar la reforma", reiteró.

La estrategia del PSOE pasa por "no bajar los brazos" y "convencer hasta el último minuto a los grupos" de que no se puede tocar un pelo de la reforma, porque las líneas rojas están muy claras.

Bolaños pide "patriotismo" al PP y advierte de que está "haciendo el ridículo en Europa" al cuestionar la gestión de los fondos por parte del Gobierno

Y respecto al hipotético apoyo de Cs, que podría incomodar a Unidas Podemos, fuentes gubernamentales señalaron que no se está "negociando" con los naranjas, por lo que los morados no pueden "boicotear" ni dar su "consentimiento" a una negociación que no se está produciendo.

Mientras, la polémica con el PP a cuenta de los fondos europeos continúa. Bolaños reconoció que desde el Gobierno "preocupa" que los conservadores intenten "sembrar dudas" en un tema en el que España es un "ejemplo de gestión" en la UE, como lo prueba que es el único país que ya ha recibido un primer desembolso al haber cumplido los requisitos. "Solo pido al PP patriotismo", porque la imagen de España "no es la que da el Gobierno, es también la que dan ellos". "Y nadie en Europa entiende qué está haciendo el PP. En Europa están haciendo el ridículo", atizó. El Ejecutivo reclama a los populares que "recapaciten" y "colaboren" para que los fondos se "consoliden".