El comisario José Manuel Villarejo, quien plasmaba de forma metódica todas sus actividades policiales y personales en sus diarios, no realizó a lo largo de todo 2017 ningún apunte sobre las actividades que declaró haber realizado sobre los atentados yihadistas de Cataluña en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Nacional. Según su testimonio, en sede judicial, el comisario habría actuado para tratar de arreglar un "entuerto" organizado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), cuyo director Félix Sanz Roldán, dijo Villarejo, quiso "darle un pequeño susto a Cataluña" con una actuación terrorista, pero que esta se le habría salido de la manos.

Sin embargo, El Periódico de España no ha encontrado ninguna alusión a los atentados tras haber analizado de forma pormenorizada todos los apuntes disponibles en las agendas de Villarejo de 2017, que finalizan el 14 de septiembre de 2017, pocos días antes de que fuera detenido el 3 de noviembre por Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) e ingresara en prisión de forma preventiva por orden de la jueza Carmen Lamela. Entre el 1 y el 22 de agosto, en pleno periodo vacacional, no plasmó en su diario ninguna de sus frenéticas actividades.

De hecho, las únicas alusiones que Villarejo hace en 2017 sobre Cataluña se refieren a sus escasos contactos con Tony, quien según las fuentes consultadas se trataría del exinspector Antonio Giménez Raso. Esta exagente habría participado en 2012 y 2013 en el denominado por el comisario jubilado como Proyecto Barna, comúnmente conocido como Operación Cataluña contra los políticos independentistas catalanes.

Jubilado desde junio de 2016

Desde el 22 de junio de 2016, un año antes, Villarejo ya estaba jubilado. Y según los apuntes recabados el comisario se habría visto obligado a acelerar esta salida para frenar un expediente que se le había abierto tras ser objeto de una denuncia por parte del excomisario Jaime Barrado.

El 10 de enero de 2017 apunta, en relación a la agencia de detectives Método 3: "Tony. Preocupado por las noticias que están saliendo sobre las relaciones con los detectives de Barna (Magos). Le digo que esté tranquilo. Quiere presentarme un contacto de los Cierco [los principales accionistas de un banco de Andorra], le digo que no me interesa. Mañana va a Barna Catalán (de la UDEF) para interrogar a los magos. Le sugiero que esté delante".

Precisamente, Giménez Raso fue una de las personas que, según la agenda de Villarejo, habría participado en las maniobras del "proyecto Barna" para tratar de implicar ante la justicia a la familia Pujol y al expresidente catalán Artur Mas, tal y como adelantó El Periódico de España, que también adelantó la intención del clan policial dirigido por el Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz de detener al exmajor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero.

Una denuncia contra la UDEF

El 11 y 12 de enero, en alusión de nuevo a Tony, Villarejo plasma asuntos vinculados a una denuncia contra la UDEF y a un asunto de Mossos sobre "dos David". Pero en ningún momento alude al yihadismo. De forma escueta escribe en otro momento: "Con CNI. 5 pistolas en Andorra". Tampoco aquí hay alusiones a la lucha antiterrorista o al CNI.

Desde al menos junio de ese mismo 2017 el comisario redacta sus presuntas maniobras para tratar de implicar en el caso del "pendrive" del caso Pujol al comisario principal jubilado, exjefe de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas, su principal enemigo en la Policía. Así el 5 de junio escribe que Eugenio Pino, que fue procesado por esta causa, -aunque resultó exonerado en el juicio-, le pidió que le ayudara como testigo: "Le contesté que sí", escribió. "Eugenio Pino: fue interrogado por el pendrive que no quiso entregar Marcelino Martín-Blas. Propone café martes próximo", redactó también en su agenda, en la que plasmaba de forma manuscrita sus actividades empresariales y policiales. 

No es hasta marzo de 2017 que Villarejo vuelve a escribir un texto sobre Giménez Raso. En esta ocasión este simplemente le había informado de que "Francesc Sánchez. Responsable jurídico de CiU, imputado en 3%. Ayer tomando café con PM de M3". En otro momento el ex mando policial destaca que había sido citado a declarar como investigado por la justicia andorrana.

Enfrentamiento con el CNI

Además, las anotaciones de Villarejo muestran que ya desde junio de 2017 su enfrentamiento con el CNI y su director, Félix Sanz Roldán, es frontal, lo que hace casi imposible que pudiera haber colaborado con el espionaje español en relación a los atentados de Barcelona.

Desde julio de 2017 Villarejo centra su interés en un viaje que lleva a cabo a Colombia, país en el que, según los apuntes, habría mantenido reuniones de trabajo, que plasmó en sus agendas. De hecho, los atentados de agosto de 2017 no merecieron a Villarejo ningún comentario en su diario. Ese mismo 22 de agosto el comisario escribe: "José Luis Olivera propone comer con un amigo". Las fuentes de la Audiencia Nacional consultadas niegan que las agendas hayan sido expurgadas, por lo que habría que considerar imposible que cualquier actividad que Villarejo haya reflejado en ellas pudiera haber sido ocultada a las partes personadas en el caso Tándem.