El ‘president’ Pere Aragonès mantuvo este viernes su línea crítica con la gestión de Pedro Sánchez de la ‘ola ómicrón’ de la pandemia. Perceptiblemente decepcionado de cómo se desarrolló la conferencia de presidentes autonómicos aseveró, en una entrevista a Catalunya Ràdio, que “si el criterio fuera quedar bien, el Govern no habría tomado las restricciones acordada y se hubiera limitado a plantear medidas estéticas”, en clara referencia a la nueva obligatoriedad de endosarse la mascarilla en el espacio público.

“El virus no pregunta si es Navidad”, dijo Aragonès que recalcó que su Ejecutivo está siguiendo muy cerca las pautas de comportamiento de la variante ómicron en el Reino Unido y Dinamarca. “Si no hubiéramos actuado, nos podríamos haber hallado en febrero con 50.000 contagios diarios”.

Sobre la conferencia de presidentes, Aragonès reveló que ni hubo trabajo previo , ni debate. Una simple intervención de Pedro Sánchez y 17 turnos de 5 minutos cronometrados para todos y cada uno de los jefes de Gobierno autonómicos. “Soy muy reticente a acudir a este tipo de citas, pero tratándose de la covid, y siendo la salud lo más importante nosotros teníamos que estar ahí”. Con todo, reconoció que su objetivo, la garantía de que en el 2022 se prosiguiera con la inyección de ‘fondos covid’ por parte del Gobierno (“que es quien recauda”, recordó) no tuvo éxito.

Salir del paso hasta Reyes

La sensación que le quedó al ‘president’ es que Sánchez salía del paso ahora y se mostró convencido de que, “en unos días”, es decir, cuando pasen las fiestas navideñas, tan susceptibles de enervar a los ciudadanos si se les rodea de restricciones, “se tomarán [es España] las medidas que se han tomado en Catalunya. "Soy consciente que adoptar estas restricciones ahora es 'jodidillo' porque nos rompen a todos los planes", medió.

También vaticinó que el mes de enero será "duro", pero que, en cualquier caso, a fecha de hoy, la decisión de reabrir las escuelas el día 10 es vigente.

Negó cualquier acusación de improvisación al recordar que "en septiembre y octubre, con la variante que se conocía, la delta, ibamos muy bien" y que ha sido la aparición de la cepa surafricana, la ómicron, la que ha cambiado el panorama.