La educadora social de la casa de acogida de la Diputación de Bizkaia donde permanecieron durante seis meses las hijas del matrimonio formado por Bara N. y Maguette Mbeugou, después de que el marido matara a la esposa en 2018, ha relatado que la mayor, de 4 años entonces, contaba de forma espontánea y ante situaciones diferentes que "mi papá cortó con un cuchillo a mi mamá".

"Tanto la mayor como la pequeña, de 2 años, lloraban todas las noches con mucha congoja llamando a su madre; la pequeña no se expresaba, aunque sabía hablar, parecía una niña sin vida, no he visto nada igual en mis 15 años de experiencia... y la mayor decía que su madre estaba muy malita, llena de tomate y que había que llevarla al médico para que le pusieran tiritas", ha relatado la educadora durante la tercera sesión de este juicio por asesinato celebrada este martes en la Audiencia de Vizcaya.

Los hechos que se juzgan ocurrieron el 24 de septiembre de 2018 en el domicilio familiar de la calle Ollerías, en Bilbao, cuando la joven senegalesa Maguette Mbeugou, de 25 años, fue asesinada a acuchilladas en presencia de sus hijas, quienes convivieron solas con el cuerpo sin vida de su madre durante más de un día. El cadáver presentaba 84 puñaladas y la mujer murió degollada.

La Fiscalía y las diferentes acusaciones en representación del hermano de la víctima, del Ayuntamiento de Bilbao y de la Diputación de Bizkaia consideran al marido y padre de las niñas autor de este asesinato, y de los delitos de abandono de menores y maltrato habitual, por los que piden penas cercanas a los 40 años, mientras que la defensa mantiene que fue la esposa quien inició el ataque y que en el forcejeo, el acusado la mató, por lo que pide 8 años por un delito de homicidio.

Además de la educadora, también han testificado este martes la trabajadora social del Ayuntamiento que atendió a Maguette Mbeugou durante los nueve meses anteriores a su asesinato y después de que acudiera al Hospital de Basurto con un ataque de ansiedad. Allí contó a los sanitarios que sufría maltrato físico, psíquico y económico desde hacía años.

Posteriormente relató a la trabajadora que su marido le propinaba bofetadas, empujones y patadas, y que alguna vez le había amenazado de muerte a la vez que le decía: "O me mato yo, o te mato a ti". La mujer presentó denuncia ante el juzgado de violencia de género y pidió protección, pero el marido salió absuelto y la justicia le negó la protección.

En la sesión de este lunes también han declarado varios ertzainas que participaron en la detención del acusado y la investigación del caso.

Según han relatado, tras matar a la esposa, Bara N. se fue a Mutriku (Gipuzkoa) a casa de un amigo. Allí le arrestaron cuando intentaba escaparse por una ventana de la vivienda. En un primer momento contó a los agentes que había tenido "un problema con su mujer y que él era el autor de los hechos", pero después ya en dependencias policiales no dijo más y su comportamiento fue "frío y ausente".

"Estaba como si la película no fuera con él, como si le hablaras del tiempo. No preguntó por sus hijas, solo por cómo quedaba su situación", ha explicado uno de los ertzainas.