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Crisis migratoria

La delegada del Gobierno Balear: "Había una intención clarísima de atentar contra nuestra seguridad aérea"

Sostiene que la fuga de los pasajeros fue un acto "inesperado e inédito" y defiende que se aplicó correctamente el protocolo para emergencias médicas, aunque anuncia cambios

Entrevista a Aina Calvo, delegada del Gobierno en Baleares

Entrevista a Aina Calvo, delegada del Gobierno en Baleares. Marcos Ollés

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Entrevista a Aina Calvo, delegada del Gobierno en Baleares. Marcos Ollés

La delegada del Gobierno en Baleares defiende que el protocolo para emergencias médicas se aplicó correctamente, aunque admite que "deberá ser revisado". Considera que la fuga de los migrantes fue un "intolerable atentado contra nuestra seguridad aérea" y resalta que se trató de un incidente, "no predecible, inesperado e inédito".

¿Cuántas cosas fallaron el pasado viernes en el aeropuerto de Palma?

Pues yo diría que ninguna. En términos de análisis de fallo, creo que lo que pasó fue inédito, insólito, inesperado, excepcional.

¿Y de quién es la responsabilidad de que 22 personas se fugaran de un avión y empezaran a correr por las pistas?

Lo que es obvio es que hubo un suceso no predecible, que no se había producido nunca antes. El de Palma es un aeropuerto internacional sanitario donde se producen aterrizajes de emergencia con frecuencia. Siete en 2019, por ejemplo. Jamás había sucedido algo así y los protocolos estaban preparados para atender el sentido de ese aterrizaje, que es una emergencia médica. Obviamente, fue un hecho desconcertante que tiene una intencionalidad clarísima de atentado contra nuestra seguridad aérea. Y eso es intolerable. Habrá que repasarlo todo para evitar que eso se vuelva a producir. No es que haya una intención de eludir responsabilidades, es que nadie sabía que esto iba a suceder. Una vez sucedido, lo esencial, que era tratar de averiguar qué había pasado, ha llevado a actuaciones muy concluyentes. Ha habido 13 detenciones y 12 personas han ingresado en prisión. Lo insólito también puede suceder. Y sucedió.

Así fue la fuga de los migrantes en el aeropuerto de Palma

Así fue la fuga de los migrantes en el aeropuerto de Palma

¿Por qué el avión no estaba vigilado cuando se produjo la fuga?

Porque no se vigila el avión cuando hay una emergencia médica, el protocolo no lo contempla. Solo plantea que la Guardia Civil acompañe a la ambulancia por un tema de seguridad aérea. Eso, obviamente, deberá ser revisado en los términos que sean, no exclusivamente con cómo se debe vigilar, sino por ejemplo dónde debe ubicarse el avión. Deben ser quienes tienen los conocimientos técnicos para poder tomar esas decisiones quienes puedan plantear los cambios necesarios. No se puede decir que falló la vigilancia del avión porque nunca nadie previó que eso pudiera suceder. Lo que es cierto es ha puesto en jaque nuestra seguridad aérea y eso no se puede permitir.

Según la investigación, hubo mucha tensión a bordo antes de la fuga. ¿Por qué en ese momento no acudió la Guardia Civil?

Las fuerzas de seguridad cobran conocimiento en el momento en que la tripulación pide ayuda. El comandante o los tripulantes son quienes deben pedir auxilio y cuando lo hicieron es cuando acudió la Guardia Civil. No hubo ningún aviso previo a la fuga.

¿Cree que desde el avión debieron pedir ayuda antes? 

Eso forma parte de las incógnitas de la investigación. Han llegado declaraciones por parte de la compañía desde Marruecos y eso es una información que habrá que cotejar y contrastar.

¿Qué fallos se han detectado, qué cosas deben mejorar y cuándo van a aplicarse esos posibles cambios?

No soy la persona adecuada para responder a esa pregunta, deben hacerlo las autoridades competentes. Hay una Comisión Nacional de Seguridad Aérea que deberá valorarlo y, por supuesto, el aeropuerto. No me cabe la menor duda de que habrá modificaciones porque todos trabajamos para que no se vuelva a repetir. Habrá que cambiar todos aquellos aspectos de protocolo que puedan asegurar que un acontecimiento así no pueda volver a producirse. La realidad ha superado la previsión de los protocolos.

¿Las fuerzas de seguridad le han transmitido qué debe cambiar? 

La información que tengo no estoy en condiciones de compartirla. 

 El sábado a mediodía dijo usted que no había «ningún dato» para afirmar que se tratara de una operación orquestada. ¿Cuánto se tardó en confirmar que lo era? 

Muchas, muchas, muchas horas. Hay una sospecha cada vez más contundente de que eso es así, pero los responsables de la investigación aún hablan de sospecha muy plausible. En estos casos, la prudencia es un valor añadido. Mi comparencia fue escasas horas después, tras una reunión, y todos convenimos que era conveniente dar una explicación y lo que se afirmó es lo que conocíamos. Y a día de hoy todavía queda por esclarecer si todo el mundo formaba parte de una operación conjunta, si hubo quien se sumó...

¿Teme que este incidente se repita, que algo así ocurra con frecuencia?

Los esfuerzos que se están haciendo son para conseguir que esto se quede en un acto absolutamente aislado y excepcional. Todos los aeropuertos del mundo han tomado nota. Es importante que las investigaciones puedan ser lo más concluyentes y para eso se necesita tiempo. Debemos estar seguros de lo que ha pasado para tomar las mejores decisiones. Hay que atinar bien en los cambios que hay que hacer. 

Los ciudadanos tenemos que pasar unos controles muy estrictos cada vez que cogemos un avión. ¿Cómo se puede explicar que 22 personas consiguieran salir corriendo por las pistas?

Estas personas pasaron un control de pasaportes, no llevaban ningún arma, no ofrecían ningún indicio de riesgo. Nada hacía pensar que esto iba a pasar, nada permitía preverlo. Hay una emergencia médica en la que, insisto, había un personal sanitario que la confirmara. ¿Dónde estaba el indicio de que esto iba a suceder? Quiero trasladar un mensaje de tranquilidad. Frente a lo insólito y lo impredecible se activaron las fuerzas de seguridad. No pudieron prevenirlo porque era impredecible. 

¿Cómo fueron los primeros momentos tras la fuga de los pasajeros? ¿Se temió que se tratara de un acto terrorista? 

Se produjo el cierre inmediato del aeropuerto y se iniciaron las batidas de localización. A mí en ningún momento se me trasladó un riesgo de atentado terrorista, no fue una hipótesis porque nada llevaba a pensar eso.

¿Falló la coordinación entre las fuerzas de seguridad? 

La coordinación ha sido máxima. Son horas complicadas, diferentes efectivos, información distinta... Pero creo que tenemos una fortaleza en Balears y es que tenemos una buena coordinación en general y en particular entre el jefe superior de Policía y el coronel de la Guardia Civil. Eso facilita mucho los operativos. 

¿Cómo es posible que al menos dos de los fugados consiguieran salir de Mallorca en un ferri y llegar a Barcelona? 

Para dictar la orden de busca y captura se recopilan todos los datos de filiación para que sea efectiva. Habrá que ver esos tempos. Cuando llegaron desde Marruecos los datos de identificación de esas personas, se dictó la orden de busca y captura. 

La fuga provocó el cierre del aeropuerto, con decenas de vuelos y miles de pasajeros afectados. El daño a la imagen de Mallorca es indudable. 

Yo no lo vivo como un daño a la imagen de Mallorca, sino como una advertencia a la comunidad internacional. Creo que es algo que le podría haber sucedido a cualquier aeropuerto. Perjudicaría a nuestra imagen si se volviera a repetir. Estamos hablando de un hecho impredecible. No es un foco de desprestigio, sino de aprendizaje.

El sábado por la mañana la presidenta del Govern, Francina Armengol, pedía que las «autoridades competentes», en una alusión clara a la Delegación del Gobierno, tomaran medidas para que no se volviera a repetir. ¿Cómo le sentaron esas palabras?

Es que yo coincido plenamente en que no puede volver a repetirse. Tras el desconcierto inicial, lo primero que piensas es que no se puede volver a repetir. Es intolerable.

Este año Balears ha vuelto a batir récords, con la llegada de más de 2.200 migrantes en patera. Es evidente que hay una ruta estable entre el norte de África y las islas.

Sí, como estación de paso. El gran cambio en la magnitud se produce en 2020, coincidiendo con la pandemia. La gente que llega a Balears no pretende quedarse, sino llegar a Francia o Bélgica. El cierre de fronteras y la imposibilidad de devolución por la covid tiene mucho que ver con el incremento de pateras. Hemos conseguido detener a 19 patrones y eso es fundamental. Hay que ser muy duros a la hora de cambatir a las mafias.

Los sindicatos policiales han denunciado falta de medios para afrontar esta situación.

Estamos reaccionando ante un fenómeno que tampoco preveíamos que se iba a triplicar y lo que tratamos es de gestionarlo de la mejor forma posible, pero siendo conscientes de que no somos el destino final. Ha habido momentos de dificultades, nos ha costado tener Son Tous habilitado, pero las cosas requieren su tiempo. 

¿Balears necesita un Centro de Internamiento de Extranjeros?

No lo necesitamos. Un CIE no nos va a resolver nada. Lo que precisamos es poderlos desplazar [a los migrantes] a la península. De momento, estamos siendo eficaces en la gestión. 

En Formentera se ha confirmado la aparición de los primeros cadáveres de migrantes naufragados en patera. 

Más allá del producto que venden las mafias que trafican con las personas, con una idealización del país de destino, estas personas ponen en riesgo su vida. Hay que intentar que en la comunidad internacional la migración se pueda producir con carácter ordenado y seguro. Hay que trabajar para que quien quiera ejercer ese derecho a buscarse una vida mejor lo haga con garantías de seguridad. La migración irregular está condenada al fracaso y, en algunos casos, a situaciones tan duras como la muerte.

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