Pasan los días y el malestar del PSOE y de Unidas Podemos con la trayectoria de Enrique Arnaldo, uno de los candidatos del PP a ocupar una plaza en el Tribunal Constitucional, no para de crecer. La Comisión de Nombramientos del Congreso, en la sesión celebrada este martes, permitió visualizar el enfado y la incomodidad. El enfado lo puso el diputado socialista Odón Elorza y la incomodidad la expuso el representante de UP Txema Guijarro.

Un día después el malestar es más notorio. Con preguntar a los parlamentarios de ambos grupos se palpa la desazón. El Periódico de España consultó a varios este miércoles y el diagnóstico coincide en la mayoría de los casos. "No es digno de formar parte del Tribunal Constitucional" es una de las conclusiones repetidas. A priori no peligra la votación que se celebrará en la sesión plenaria del 11 de noviembre, previsiblemente. La semana que viene, con festivo el martes, sólo tendrá dos jornadas de pleno.

Unidas Podemos alberga serias dudas sobre qué hacer. Una diputada, en conversación a través de mensajes con este medio, habla directamente de "vergüenza", tanta que considera que el PP debería rectificar y retirar del acuerdo a Arnaldo. La dirección del grupo está muy molesta, aunque, como publicó El Periódico de España, confía en asegurar el resultado.

Sin embargo, la polémica no altera el apoyo del partido de Pablo Casado al magistrado y su compromiso con mantenerle en el paquete de la renovación institucional acordado. Después de que El Periódico de España desvelara que Pedro González-Trevijano (con toda seguridad el próximo presidente del TC) maniobró en su etapa de rector de la Universidad Rey Juan Carlos I junto al propio Arnaldo para colocar al expresidente de Baleares, Jaume Matas, en la Universidad, el PP insiste en defender que el candidato está avalado por su trayectoria profesional.

De hecho, en la cúpula popular reiteran la defensa que la diputada Isabel Borrego hizo en la comisión de nombramientos del Congreso hace dos días, en mitad de los cuestionamientos de otros grupos de la oposición. Vox, Ciudadanos, ERC y el PNV llegaron a abandonar la sala para mostrar su total desacuerdo con el pacto alcanzado entre PP y PSOE que incluye, entre otros, el nombre de Arnaldo. “Es un teatrillo”, se quejaban los diputados.

La renovación, el objetivo

La dirección del PSOE en el Congreso no cree que haya rebeldía interna ni diputados díscolos. Ayudará mucho el tipo de votación. Debido a la pandemia, será telemática. La Mesa ha optado por hacerlo así porque los servicios jurídicos de la Cámara lo han avalado. Pero el voto será secreto, como establece el reglamento del Congreso. En vez de entregar una papeleta con cuatro, tres, dos o uno de los nombres que han pasado por la Comisión de Nombramientos, reseñarán telemáticamente esas identidades. 

A preguntas de este medio, y con condición de anonimato, aseguran los parlamentarios que depositarán las papeletas con los cuatro nombres pactados por el Gobierno y por el PP. Si bien reconocen que es contradictorio ese voto a favor con la crítica pública, en el grupo se ha asentado la idea de que lo prioritario y lo urgente, por encima de los nombres y de sus bagajes, es la renovación de los órganos constitucionales.

Irán al Constitucional quienes sumen 210 votos, o en este caso 210 menciones. Es la mayoría de tres quintos que exige la Carta Magna. Si alguno de los candidatos no alcanza ese umbral, la votación tendrá que repetirse. Ahora mismo es Arnaldo el que puede no llegar. Si Unidas Podemos evita reseñar su nombre, tendrán que haberlo puesto los 120 diputados del PSOE, los 88 del PP y otros dos, quizá los de UPN, que tiene dos escaños.

Un diputado socialista resume la sensación: "Arnaldo no nos gusta nada, no es alguien que reúna los requisitos que buscamos para ocupar cargos destacados en el ámbito judicial, en la esfera pública, pero la prioridad es renovar el Tribunal Constitucional. Es el candidato del PP. Que apuesten por él es su problema".

Durante mucho tiempo el partido aireó la acusación a los populares de ser los culpables del bloqueo. Cuando se cumplieron 1.000 días del periodo en funciones del Consejo General del Poder Judicial, los socialistas reiteraron la cifra una y otra vez. También en el Gobierno. El presidente, Pedro Sánchez, pidió a su ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que lo intentara, y entonces reanudó los contactos con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y con el responsable de Justicia de la formación, Enrique López, quien intervino en el tramo final de las negociaciones.

El Ejecutivo y el primer partido de la oposición lograron desanudar el bloqueo en el cupo de renovación del Tribunal Constitucional que corresponde al Congreso (cuatro magistrados), en la recomposición del Tribunal de Cuentas y en el reemplazo del Defensor del Pueblo, no así en el CGPJ. A la vez dieron a conocer los nombres que permitieron el pacto. En uno de los que los populares han postulado para recalar en el Constitucional se acumularon las sospechas.

"Fuera de toda duda"

El PP, por su parte, insiste en repetir los argumentos de Borrego a pesar de las nuevas informaciones: “Reúne las características para ser magistrado del Tribunal Constitucional”, dijo la diputada. Y a esas declaraciones remiten desde la dirección nacional.

El propio Casado dijo hace días que su compromiso era el de que ningún candidato fuera político en la actualidad y tuviera una trayectoria acreditada. Y que, en su opinión, ambas condiciones se dan en todos los nombres pactados. El presidente del PP aseguró que “fuera de toda duda” el acuerdo avanzaba en la despolitización comprometida a pesar del marcado perfil político de los elegidos.

Cuando se conocieron los nombres de las propuestas del PP todas las miradas se centraron en Concepción Espejel, magistrada recusada recusada en Gürtel por su afinidad a este partido. Pero ahora la lupa está puesta sobre Arnaldo. Primero, por sus trabajos a distintas administraciones públicas a través de su empresa Estudios Jurídicos y Procesales SL (prestó un total de 562 servicios; cinco para la Administración del Estado y 83 para CCAA entre otros) tal y como reconoció al juez José Castro (instructor del Palma Arena). Lo desveló este diario a través de un escrito de abril de 2010.

Arnaldo, una figura controvertida 

Enrique Arnaldo es una figura controvertida porque aparece en las tramas judicializadas del caso Lezo y del caso del Palma Arena por hechos acecidos hace más de diez años. Este medio, además, ha ido publicando diversas conexiones con exdirigentes del PP encausados en ambas tramas, como Jaume Matas. También se ha hecho eco de su grado de interlocución y complicidad con González-Trevijano, ya miembro del TC y previsible próximo presidente del alto tribunal, cuando fue rector de la Universidad Rey Juan Carlos.

Fuentes socialistas destacan que la dirección del grupo no ha dado órdenes ni instrucciones a sus representantes sobre qué decir en entrevistas o en actos públicos. Si no gusta Arnaldo, que se deje claro. A Elorza nadie del entorno del portavoz, Héctor Gómez, ni el propio portavoz conminaron a nada. Enumeró los vínculos con el PP y destacó sus críticas a su perfil sin que ello significara un desacato a la dirección.

En una entrevista a Radio Euskadi recogida por Efe, Elorza ha insistido en que Arnaldo "no debería ocupar" el puesto para el que le propone el PP. Ha añadido que su perfil "es un indignidad para la institución y para el propio Congreso que lo tendrá que votar". Sobre la incongruencia que podría suponer decir eso y luego votar a favor de su candidatura, ha afirmado que "a veces la política tiene estas situaciones contradictorias". Un "trágala", eso es lo que es, ha zanjado.