En el último año el nombre de NSO Group ha aparecido relacionado a múltiples escándalos de espionaje. Este miércoles los Estados Unidos han decidido poner a la compañía israelí en su lista negra, pues la administración Biden entiende que ha actuado “en contra de los intereses de seguridad nacional y de política exterior” del país.

El producto estrella de NSO Group es Pegasus, un programa de espionaje que ha vendido “exclusivamente” a hasta 45 gobiernos de todo el mundo. Aunque se vende como una herramienta para combatir el crimen y al terrorismo, también se ha usado para espiar y perseguir a periodistas, activistas humanitarios, diplomáticos y políticos disidentes.

En julio del 2020 una investigación de ‘The Guardian’ y ‘El País’ destapó que ese software se había usado para pinchar los teléfonos de Roger Torrent y Anna Gabriel, entonces president del Parlament de Catalunya y diputada de la CUP. Otros políticos independentistas, como el actual vicepresident Jordi Puigneró o el diputado Ernest Maragall, también fueron víctimas de este ciberataque.

La decisión del Departamento de Comercio de EEUU de poner a NSO Group en la lista negra supone un duro golpe para la firma israelí, que queda equiparada a grupos de cibercriminales rusos y chinos que también suponen una amenaza a la seguridad nacional. Más allá del revés a su reputación, la decisión prohíbe a las empresas estadounidenses vender ninguna pieza o complemento a NSO Group si no cuenta con una licencia de autorización especial.

Espionaje por todo el mundo

Este julio una investigación periodística internacional destapó que entre las víctimas de Pegasus también estaría el presidente francés, Emmanuel Macron, y casi la totalidad de su gabinete, algo que NSO Group ha desmentido.

Otra investigación, liderada por el Forensic Architecture de la Universidad de Londres y apoyada por Amnistía Internacional y el grupo de ciberseguridad Citizen Lab, señaló como el uso de este programa de espionaje se traduce en intimidación, acoso y violencia en el mundo físico. Entre los países donde se ha documentado ese impacto figuran Arabia Saudí, Marruecos, México, India, Ruanda, Togo, Emiratos Árabes Unidos y España.