Erika, la mujer de 37 que fue asesinada este martes por su pareja en Vitoria, es la víctima mortal número 36 de la violencia de género en el España en 2021 y la 1.114 desde que comenzaron a elaborarse las estadísticas en 2003.

La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha confirmado este miércoles la naturaleza machista del crimen: este martes, Erika moría tras ser degollada por su pareja, un hombre de 42 años que posteriormente se suicidó. No constaban denuncias previas contra el agresor, que no podrá ser juzgado por sus acciones al haberse quitado la vida después de matar a su mujer.

La víctima tenía dos hijos menores, que fueron quienes avisaron a los servicios de emergencias de los hechos. Un total de 21 niños y niñas han quedado huérfanos como consecuencia de la violencia machista este año, una cifra que asciende a 325 si se contabilizan los menores que han perdido a sus madres por culpa de estos crímenes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido este miércoles en que "contar con la implicación de toda la ciudadanía es la única forma de poner fin a la violencia machista" y ha asegurado que el Estado y la sociedad están "movilizados para que ninguna mujer se sienta sola".

Erika fue asesinada en su casa

Erika, de 37 años, fue degollada por su pareja, de 42, con un cuchillo en su vivienda de Vitoria. Posteriormente, el agresor se suicidó clavándose el mismo arma en el pecho, mientras en la casa permanecían los dos hijos menores de edad de la pareja, según han informado a Efe fuentes conocedoras del caso.

Al parecer, la pareja se había separado o estaba en trámites de separación.

Los hechos se han registrado sobre las 7:20 horas de este martes en una vivienda del primer piso del número 22 de la calle Antonio Machado, en el barrio de Sansomendi de la capital alavesa, en cuyo interior se hallaban también los dos hijos menores de edad.

Según las mismas fuentes, el hombre, de 42 años, ha encerrado a la mujer, de 37, en un balcón de la vivienda y la ha degollado con un cuchillo de cocina. Después, él se ha hecho unos cortes en el cuello con el mismo cuchillo y se lo ha clavado en el pecho, a la altura del corazón.

Los dos hijos de la pareja, de 17 y 13 años, han avisado a los servicios de emergencia, que cuando han acudido al lugar han encontrado aún con vida al hombre, pero ya había perdido mucha sangre y pese a los intentos de reanimación, ha fallecido en el lugar.

La Ertzaintza ha abierto una investigación en torno a lo sucedido. Se desconoce si la mujer y el hombre, que acababa de salir de trabajar en el turno de noche de una empresa, seguían viviendo juntos.

Al parecer, el hombre había manifestado en alguna ocasión a algún familiar, sobre su mujer y en relación al proceso de separación, que la iba a matar, según las mismas fuentes. En el lugar, permanecen numerosas patrullas de la Ertzaintza, así como un gran número de vecinos congregados en las cercanías, consternados por lo sucedido.

El departamento de seguridad del Gobierno Vasco ha informado de que investiga el hallazgo de los dos cadáveres que, según ha señalado, han sido encontrados con "evidentes signos de violencia" por uno de los hijos que ha alertado del hallazgo al Servicio de Emergencias.