¿Podemos hablar de una nueva etapa en la relación con Marruecos?

España mira hacia el futuro y lo que quiere construir es una relación todavía de mayor confianza con Marruecos, de respeto mutuo y de beneficio mutuo. Las palabras del rey de Marruecos del 21 de agosto también tenían ese espíritu. Y estaban en sintonía y fueron respondidas por el presidente del Gobierno, la presidenta de la Comisión Europea y el presidente del Consejo Europeo. Lo que queremos es poner luces largas establecer una relación más sólida, más fuerte, del siglo XXI.

Albares:  "Argelia va a hacer todo lo que tenga que hacer para satisfacer la demanda española"

Albares: "Argelia va a hacer todo lo que tenga que hacer para satisfacer la demanda española" Vídeo y Foto: José Luis Roca

¿En qué va a cristalizar este nuevo enfoque en el corto plazo, aunque el planteamiento sea de mirada larga?

Tenemos que continuar dialogando con Marruecos. Acaba de producirse una formación de Gobierno. Está todavía muy incipiente la llegada de nuevos ministros. Lo importante es el espíritu de creación de confianza, el espíritu de respeto mutuo a las posiciones de cada uno de los países y que lo hagamos en interés y en beneficio mutuo. Y eso supone compartir fronteras, compartir la gestión de esas fronteras, compartir la gestión de intereses económicos para el desarrollo de ambos países. Y también para conseguir la estabilidad del Mediterráneo y, muy en concreto, del Mediterráneo occidental.

Hay dos grandes aristas en la relación con Marruecos que son Ceuta y Melilla y la posición sobre el Sáhara occidental. ¿Va a modificar la posición España?

Podemos hablar, siempre desde el respeto, de las posiciones de cada uno de nosotros. Somos dos estados soberanos que tenemos posiciones muy claras. Y lo que es seguro es que por nuestra parte siempre habrá un respeto hacia lo que es Marruecos, lo que supone como país, sus posiciones en política internacional, pero también que nosotros defenderemos los intereses de España y los españoles con firmeza. Tiene que haber respeto mutuo y los dos debemos, para crear esa confianza, de tener la certeza que nadie hará acciones unilaterales.

El último viaje previsto a Marruecos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se anuló el diciembre pasado. ¿Está previsto algún encuentro de alto nivel?

Todo llegará, estoy seguro de que todo llegará en su momento. Los viajes tienen que servir para cristalizar y forjar relaciones más intensas más sólidas. Estamos mirando hacia el futuro en un diálogo con Marruecos, a la expectativa de ver los primeros pasos de ese Gobierno con el que yo tengo gran interés en empezar a trabajar lo antes posible.

Hablemos de la relación entre Marruecos y Argelia. Usted viajó recientemente a Argel. ¿Hasta dónde preocupa al Gobierno español esa crisis diplomática entre ambos países?

Marruecos y Argelia son dos socios estratégicos para España. Son dos países vecinos, dos países amigos. Nosotros queremos que nuestros socios tengan la mejor relación, y lo que vamos a intentar es trabajar con ambos para conseguir una zona de prosperidad común en el Mediterráneo Occidental. El 29 de noviembre vamos a tener la reunión ministerial de la Unión por el Mediterráneo, en Barcelona. Va a ser un momento fuerte. Espero que Argelia y Marruecos participen para conseguir un Mediterráneo próspero.

Pero, ¿cuánto le preocupa al Gobierno esa tensión entre ambos países?

Evidentemente todo aquello que pueda conllevar que todos los actores que estamos en el Mediterráneo, que pueda haber asperezas que impidan que trabajemos conjuntamente es algo que vamos a intentar suavizar para que podamos conseguir estabilidad. Pero nosotros no tomamos las decisiones por otros gobiernos. Cada gobierno toma las suyas, y nosotros las respetamos todas.

Argelia ya ha anunciado que el 31 de octubre cierra el gasoducto Magreb-Unión Europea. En su reciente visita a Argel, ¿qué negociación ha habido? ¿Con qué situación nos vamos a encontrar?

En Argelia fui recibido al máximo nivel. Me recibió el presidente, el ministro de Asuntos Exteriores, el ministro de Energía. Eso traslada el excelente estado de las relaciones entre Argelia y España y el cómo se nos percibe: como un país amigo y como un socio estratégico. Yo recibí garantías totales de que Argelia va a cumplir con los contratos acordados. Y más allá: Argelia garantiza el suministro de gas a España y que satisfará la demanda. Con respecto al gaseoducto, continúa vigente hasta el 31 de octubre y todavía no se ha tomado una decisión definitiva con lo que ocurrirá.

¿Quiere decir que es reversible esa decisión de cerrarlo?

No se ha tomado una decisión. No se ha tomado. Yo cuando estuve allí no se me indicó nada en concreto al respecto.

Pero sí ha trascendido ese anuncio. Ha habido anuncios en la prensa.

Pero no oficiales. Lo que es importante para los españoles: el suministro de gas está garantizado y Argelia satisfará la demanda de gas de España.

¿Cómo lo hará?

Hay un gasoducto directo, en el que se están haciendo obras para ampliar su capacidad. Sigue hasta el 31 de octubre y después habrá que ver... Es decir, es una decisión que no compete a España, cómo se transitará por ahí. Y hay otras formas de transporte como es el GNL [gas natural licuado].

Sobre la intención de la Fiscalía archivar las causas contra el rey emérito: "El Gobierno respeta todas las decisiones de la justicia"

Sí, lo que sucede es que el GNL es mucho más caro.

Pero eso son contratos privados en los que se tendrá que ver cómo se fija el precio y cuál es el precio final. Se va a ampliar ya de por sí la capacidad para transportar el gas por el gaseoducto directo; habrá que ver cómo queda a partir del 31 de octubre el gaseoducto que transita por Marruecos y si no existe siempre esa vía alternativa y veremos cuál es el precio.

¿Mantiene entonces el Gobierno esperanzas de que no se cierre ese gaseoducto?

Es una decisión evidentemente que no compete al Gobierno español. Yo trasladé muy claramente la postura de nuestro Gobierno y sé, y así se me transmitió, que Argelia va a hacer todo lo que tenga que hacer para satisfacer la demanda española [de gas].

Hablemos de Gibraltar. Tenemos un preacuerdo con el Reino Unido del 31 de diciembre de 2020 y un mandato de la Comisión Europea de este verano para negociar la retirada de la verja.

España va a cumplir todos sus compromisos, incluso la solicitud del apoyo de Frontex para lo que va a ser la gestión sobre el terreno. La desaparición de la verja, y le recuerdo que España no ha reconocido nunca la verja -hasta el punto de que no hemos pagado jamás la reparación por el deterioro-, es un logro histórico, el que se traslade la frontera al aeropuerto y al puerto. Estamos negociando. Queremos que se cree una amplia zona de prosperidad a uno y otro lado en el Campo de Gibraltar.

¿Se baraja alguna fecha para la retirada de la verja?

Esa es una negociación de la Comisión con el Gobierno británico, donde evidentemente España tiene la última palabra. Nosotros vamos a hacer todo porque ese acuerdo entre en vigor lo antes posible, este mismo año.

Hemos conocido que la Fiscalía va a archivar las causas contra el rey emérito. ¿Tiene planes el Gobierno para su regreso a España?

El Gobierno respeta todas las decisiones de la justicia y no le corresponde tomar una decisión que no es del Gobierno, evidentemente.

La salida del rey emérito de España en 2020 fue coordinada entre la Moncloa y la Zarzuela. Un eventual regreso, ¿no lo sería?

Insisto: ese no es un tema del Gobierno y no entramos en decisiones que no le corresponden al ministerio de Asuntos Exteriores.

Alemania. ¿Cómo cambia la posibilidad de una coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales el equilibrio de fuerzas en la Unión Europea?

El incremento de cinco puntos del SPD más el incremento de siete puntos de los verdes indica un deseo de cambio hacia fuerzas progresistas y europeístas. Olaf Scholz es un viejo conocido del presidente del Gobierno, que estuvo en Berlín haciendo campaña junto a él. Somos dos gobiernos entre las grandes economías y gran población de Europa, y presumiblemente, si Scholz se convierte en canciller, seremos dos fuerzas progresistas. Nosotros trabajamos con todos los gobiernos, pero si es un gobierno progresista, socialdemócrata y europeísta, será mucho más fácil.

"Nosotros trabajamos con todos los gobiernos, pero si el de Alemania es un gobierno progresista, socialdemócrata y europeísta, será mucho más fácil"

Hablemos de la relación con Estados Unidos. ¿Qué objetivos se ha marcado España en ese trato con la administración Biden?

Trabajamos juntos por hacer un mundo mejor, más fiable, más estable. La crisis de la evacuación de Kabul ha puesto de relieve que España para Estados Unidos es un socio fiable, que siempre responde, en los buenos y los malos momentos. Y probablemente, la petición de las bases de Morón y Rota para que transiten colaboradores afganos por periodos cortos de tiempo es una prueba de que Estados Unidos nos ve como un país con la capacidad logística para hacerlo, pero también con la fiabilidad de un aliado que le ofrece confianza. Somos un país europeo, pero tenemos un alma iberoamericana y, por lo tanto, miramos al otro lado del Atlántico. Consideramos que Estados Unidos es el aliado natural de la UE. Buscamos crear una Europa sólida que defina cuál debe ser su papel en el mundo, pero que a la vez tenga un diálogo al más alto nivel con el que es su aliado natural, Estados Unidos.

¿Está en la agenda la preparación de un encuentro entre Sánchez y Biden?

Cuando tenga que producirse ese encuentro, se producirá. La sintonía es muy grande. En palabras de [Antony] Blinken: somos uno de los socios más estrechos de los Estados Unidos y vamos a trabajar conjuntamente en una agenda densa. Cuando tenga que producirse el encuentro entre los presidentes, se producirá.

Grandes analistas interpretan la retirada de Estados Unidos de Afganistán como un punto de inflexión en la posición de Estados Unidos. ¿Ha dejado se ser Estados Unidos la policía del mundo?

Eso es algo que deberían de responder los Estados Unidos. Más que preguntarnos lo que son o no son los Estados Unidos la verdadera pregunta es lo que debe de ser Europa. Europa tiene que coger su propio destino en sus manos. Y para ello es importante consolidar una defensa europea, para poder hacer frente a lo que los europeos percibimos como amenaza. Y eso no excluye una relación muy estrecha con Estados Unidos.

¿Qué espera el Gobierno de la investigación de la llegada de Brahim Gali [el líder del Frente Polisario] a España?

El Gobierno respeta completamente el trabajo de la Justicia y el ministerio de Asuntos Exteriores colabora en todo lo que se solicita de esa investigación.

Se ha especulado acerca de la posibilidad de que Marruecos esté detrás de la investigación. ¿Tiene constancia el Gobierno de ello?

Esta investigación la lleva un juez independiente y el Gobierno respeta su trabajo plenamente.

Entonces al Gobierno no le consta que Marruecos aliente esa causa.

Estoy seguro de que el juez actúa de manera completamente independiente, como todos los jueces en España.

¿Y de las partes que se han personado? ¿Qué información tiene el Gobierno?

No tengo mucho que comentar, es el juez el que tiene que decidir. El Gobierno no comenta las actuaciones judiciales. Esto es un Estado de derecho y cada cual tiene su papel.

¿Se equivocó la exministra de Exteriores?

Yo no soy un comentarista político. Lo que miro es hacia el futuro, hacia construir esa relación estratégica con Marruecos, que sea mutuamente beneficiosa y que nos lleve a un periodo de vecindad todavía más reforzado. Nos jugamos mucho, nos jugamos la estabilidad del Mediterráneo.