La aprobación del voto femenino en 1931 que cumple 90 años, fue un punto de inflexión en el camino hacia la igualdad jurídica entre hombres y mujeres ya que el Congreso de la II República no sólo aprobó una nueva Constitución sino que modificó el ordenamiento jurídico con la participación de dos diputadas claves: Clara Campoamor y Victoria Kent.

En los meses previos a la aprobación del voto femenino, las Cortes Constituyentes modificaron la legislación ordinaria y cambiaron normativas jurídicas como la vinculada a los jurados populares, donde no podían participar las mujeres.

La letrada del Tribunal Constitucional y profesora de Derecho Constitucional, Itziar Gómez, recuerda que aquel ordenamiento jurídico favoreció la participación de la mujer en los asuntos públicos, por ejemplo para que pudieran formar parte de los jurados en los casos de los llamados entonces "crímenes pasionales".

"Quizá porque se percibió que la visión de las mujeres para juzgar este tipo de comportamientos no era en absoluto idéntica a la que podían tener los varones", explica la letrada en el nuevo blog que ha abierto el Congreso de los Diputados con motivo de este aniversario.

Otras modificaciones se lograron en el ámbito laboral, para que la mujer pudiera participar en las oposiciones a notario o a registrador de la propiedad.

Y es que cuando Clara Campoamor y Victoria Kent obtuvieron escaño tras las elecciones del 28 de junio de 1931 -a las que se presentaron hasta 6 candidatas- se fijaron como objetivo seguir impulsando los derechos de las mujeres.

Campoamor, perteneciente al Partido Radical, participó en la comisión que redactó la Constitución de 1931 que, entre otras cosas, también mantenía la nacionalidad española de la mujer si se casaba con un extranjero.

Aquella Carta Magna de la II República dio paso al sufragio universal aunque no fue hasta el 19 de noviembre de 1933 cuando las mujeres españolas pudieron votar por primera vez en la historia.

Además de la Constitución de la II República, las Cortes Generales modificaron en posteriores legislaturas el derecho de familia o el derecho penal, con la aprobación del matrimonio civil y del divorcio o con la igualdad de penas por los "delitos pasionales" o por violencia dentro del matrimonio, ya que hasta ese momento se juzgaba diferente a hombre y mujer.

En el ámbito laboral se reconoció también el derecho femenino a sindicarse sin permiso marital, recuerda la letrada.

El voto femenino como hito democrático ya había llegado cien años antes a otras partes del mundo: en 1838, las islas Pitcairn, en la Polinesia, fue el primer territorio donde se aprobó el sufragio de la mujer en situación de plena igualdad con los hombres, aunque este hecho desapareció cuando los habitantes del pequeño archipiélago lo desalojaron 12 años después.

Bastantes años después, en 1869, el estado de Wyoming (EE.UU.) aprobó el voto femenino de forma oficial.

Sin embargo, Nueva Zelanda se convertiría en la década de 1890 y 1899 en la primera nación que permitió el voto femenino al incluir a las mujeres maoríes.

El último país en sumarse ha sido Arabia Saudí, que abrió la igualdad de voto en 2011 y cerca de 130.000 mujeres tuvieron la oportunidad de acudir a las urnas en unos comicios locales en 2015.

Conmemoración en el Congreso

El Congreso de los Diputados arranca este jueves los actos que ha organizado para conmemorar el 90 aniversario de la aprobación del sufragio femenino en España, que consisten en mesas de debate y culturales, una exposición sobre la diputada sufragista Clara Campoamor y la publicación de contenidos relativos a la lucha por derecho al sufragio universal en nuestro país.El acto central se celebrará el viernes, 1 de octubre, justo el día en el que se cumplirán nueve décadas de la aprobación Pleno de las Cortes del artículo de la Constitución de la Segunda República que permitió a las mujeres españoles acudir por primera vez a las urnas en las elecciones de noviembre de 1933.

Pero ya este jueves la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, inaugurarán las jornadas dedicadas a esta efeméride, que arrancarán con una mesa redonda sobre 'Clara Campoamor y su herencia feminista'. En ella participarán Isaías Lafuente, autor de 'La mujer olvidada', autobiografía ficticia de Clara Campoamor; Laura Mañá, autora de la película 'Clara Campoamor, la mujer olvidada'; y Beatriz Ledesma, filóloga y editora de los libros 'Del Amor y otras pasiones' y 'La mujer quiere alas y otros ensayos', recopilatorios de textos literarios escritos por Clara Campoamor.

El viernes, jornada clave

Las jornadas continuarán el viernes con una mesa de debate sobre 'Igualdad, voto femenino e instituciones' en la que participará la 'popular' Luisa Fernanda Rudi, que fue la primera presidenta del Congreso; la exvicepresidenta del Gobierno y diputada Carmen Calvo; y la profesora de Derecho Constitucional y letrada del Tribunal Constitucional Itziar Gómez. A continuación, portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso participarán en una mesa de debate para analizar 'El futuro de las políticas de igualdad'.

La clausura de estas jornadas tendrá lugar a mediodía en el Salón de Pasos Perdidos, donde Batet pronunciará el discurso de clausura y dará paso a la representación de la pieza de danza 'Conciencia y deseo' a cargo del Centro Coreográfico María Pagés.