El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado este lunes que no le consta que el Gobierno de Pedro Sánchez sea responsable de la detención del expresidente Carles Puigdemont en Cerdeña (Italia) y ha defendido la necesidad de "mantener el rumbo" de la mesa de diálogo.

"Yo no entraré en especular si estaba al tanto o no. Por el Gobierno español habla el Gobierno español. A mí no me consta que fuera así pero es lo que ellos dicen", ha sostenido en una entrevista de La 2 y Ràdio 4 recogida por Europa Press, al ser preguntado por si cree que el Gobierno tiene alguna responsabilidad en la detención de Puigdemont.

Aragonès sí que ha responsabilizado a la cúpula judicial del Estado, que cree que actúa para hacer fracasar el diálogo, por lo que se ha demostrado que la amnistía es necesaria para solucionar el conflicto: "Vemos que el aparato judicial del Estado español mantiene la vía represiva y el Gobierno español no puede hacer ver que no tiene que ver con él".

Según él, cada vez que se hacen pasos para avanzar en la solución al conflicto, los aparatos judiciales hacen presión para que se mantenga la vía judicial: "Es constante cómo hay una cúpula judicial española que hace política".

Ante esto, considera que el Gobierno puede impulsar "instrumentos legislativos", como la amnistía, para cambiar esta dinámica de lo que define como la derecha judicial y ha apuntado que los indultos fueron un primer paso pero que esta semana se ha demostrado que es necesario seguir avanzando en esta dirección.

"Con los indultos no se ha terminado la solución de la represión. Hubo un primer paso del Gobierno del Estado, que en su momento ya dijimos que era un primer paso porque le debían seguir muchos más y por esto se ha planteado una amnistía. Y creo que este fin de semana se ha visto claramente que harán falta decisiones políticas para resolver esta parte del conflicto, que es la represión", ha añadido.

Apuesta por el diálogo

El presidente catalán ha argumentado que un proceso de negociación complejo como el que cree que afrontan con el Gobierno "se puede ver afectado por muchas cosas pero la clave es mantener el rumbo".

"Mi compromiso con una salida negociada al conflicto está. Lo mantengo y creo honestamente que es la mejor manera de acabar con la resolución del conflicto", ha insistido, pese a que reconoce que habrá muchos momentos que tendrán intercias para abandonar la negociación.

Ha asegurado que ni Puigdemont ni nadie de Junts le ha pedido nunca levantarse de la mesa de diálogo, pese a las críticas que han lanzado contra la negociación con el Gobierno: "Todos sabemos que el conflicto político se deberá resolver de forma negociada", y ha pedido al independentismo la máxima unidad para apoyar al Govern en este diálogo.

Preguntado por si la mesa de diálogo está debilitada sin Junts, el presidente ha contestado que el Govern en su conjunto aprobó la delegación que participó en la reunión de hace dos semanas --en la que solo había representantes de ERC-- y en el plan del Govern de la legislatura se ratificó la apuesta por el diálogo.

También se ha reafirmado en que solo pueden participar miembros del Govern y ha reiterado que Junts sigue teniendo "las puertas abiertas" y que se reincorporarán cuando presenten una propuesta de delegación que incluya solo miembros del Ejecutivo.