El presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, ha confirmado este domingo que las Fuerzas Armadas del país siguen avanzando y haciendo frente a los insurgentes en la provincia de Cabo Delgada, situada en el norte del país y rica en gas.

Esta es la primera ocasión en la que el mandatario habla sobre los ataques terroristas islamistas registrados en el país, y ha cifrado en casi 2.000 personas los fallecidos a causa de este conflicto, que ha provocado el desplazamiento de 826.000 menores en los últimos cinco años.

De acuerdo con la Unión Europea, el enfrentamiento entre los terroristas y las Fuerzas Armadas de Mozambique ha provocado una situación de grave crisis humanitaria que afecta a 1,3 millones de personas, algo que ha derivado en que varios países hayan acordado recientemente destinar ayuda al país africano.

A nivel militar, la Unión Europea ha puesto en marcha una nueva misión a principios de este mes para entrenar a las fuerzas de Mozambique, a la par que Estados Unidos ha prometido apoyar al Gobierno del país para frenar los ataques.

En su discurso televisado, el presidente mozambiqueño ha confirmado que, pese a que en un principio no se tenían certezas, actualmente sí es posible asegurar que los atacantes son terroristas con conexiones internacionales.

La región en la que se encuentra Cabo Delgado es rica en gas, aunque su población vive en la pobreza.

Ante este clima de inestabilidad, la empresa energética francesa 'Total', que participa en un proyecto de gas licuado por valor de 17.000 millones de euros, retiró su plantilla de la región en pasado mes de abril tras un ataque terrorista islamista en la ciudad costera de Palma.

En este marco, Nyusi también ha llegado a asegurar que los terroristas pretendían ocupar por completo el área cercana a las instalaciones de 'Total' durante el ataque a Palma, pero las fuerzas de defensa lo habían impedido.

"Como resultado, podemos decir que Mozambique sigue siendo un país estable, con la excepción de algunas áreas", ha zanjado el presidente del país.