La crisis económica se ha vuelto a situar a la cabeza de los principales de España en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de julio, por delante del paro, que baja a la segunda posición, y del coronavirus, que se mantiene en la tercera plaza, aunque sube ligeramente.

En concreto, la crisis económica aparece mencionada en el 40,2% de los cuestionarios, un porcentaje similar al del mes pasado, pero que en este estudio le convierte en el primer problema nacional, desplazando así al paro, que en junio ocupó ese puesto por primera vez desde febrero.

El desempleo aparece como un problema en el 37% de las entrevistas, bajando tres puntos respecto al barómetro anterior, cuando se apuntó un 40,2% de respuestas. Por su parte, el covid-19 figura en el 35,4% de los cuestionarios, conservando la tercera plaza, aunque sube algo más de dos puntos respecto a junio.

Ejemplo de civismo

Más de la mitad de los españoles (54,7%) cree que los ciudadanos de nuestro país están dando un ejemplo de civismo y solidaridad en la forma de afrontar las medidas contra el covid-19, frente a un 35,8 por ciento que opina que, por el contrario, la mayoría está siendo poco cívica e indisciplinada.

En cualquier caso, según el CIS, la mitad de los españoles (48,9%) asegura que la pandemia está afectando mucho a su vida personal, frente a uno de cada cuatro que aseguran apenas notarlo en su vida diaria. Siete de cada diez (69%) aseguran que todavía más afectada se ha visto su vida social, debido al distanciamiento con sus seres queridos (31,5%), las restricciones a la libertad de movimientos (29,4%) y por el trabajo y la economía personal (18,4%), entre otras razones variadas.

Todo ellos se debe a que, al margen de las medidas oficiales de control, el 43,7% de los consulados asegura haber reducido por su cuenta el contacto social y familiar (salir menos, evitar aglomeraciones, etc.); tener cuidado con las cosas que tocan o por dónde van, pero en lo demás hacer vida normal (35,5%), y casi uno de cada diez permanecer prácticamente en aislamiento, saliendo de casa sólo para adquirir alimentos y para ir a consultas médicas. Un 7,5% asegura hacer vida completamente normal.

Menos vacaciones

Por otro lado, el 49,9% de los españoles no tiene pensado irse de vacaciones este verano, mientras que el 45,1% sí se irá de vacaciones o ya se ha desplazado y un 4,9% no sabe o duda.

Además, la encuesta revela que este verano los turistas nacionales se quedarán en España, ya que un 88,8% viajará por España y tan sólo un 8,8% tiene pensado ir al extranjero.

Más de dos semanas será la duración más frecuente en la que los españoles planean irse de vacaciones, al ser la elección del 29,4% de los encuestados. Entre una y dos semanas y una semana son las otras opciones más elegidas, con un 28,7% y 27,4%, respectivamente.

Por otro lado, el barómetro del CIS apunta a que los lugares costeros son los destinos preferidos por 58,8% de los viajeros españoles, seguidos del municipio rural (20,5%), ciudad interior (15,3%), las islas (11,9%) o viajes en ruta (8,2%).

En cuanto al tipo de alojamiento, el 34,8% de los encuestados prefiere un hotel o apartahotel para pasar sus vacaciones, siendo la vivienda completa de alquiler, que incluye apartamentos turísticos (20,1%); la segunda vivienda y la vivienda familiar, de amigos o empresa, ambas con un 19,1%, las otras opciones preferidas.

Sobre el tipo de transporte preferido para desplazarse hacia el destino turístico, el vehículo particular es la mejor opción, elegido por el 78,6% de los viajeros, siendo el avión, con un 18,1%, la segunda opción de transporte, seguido por el tren (4,6%) y el vehículo de alquiler (4,4%).

Además, un 52,7% de los encuestados sí considera necesario implantar medidas sanitarias para tener unas vacaciones seguras. Entre estas medidas las más necesarias son más recursos para reforzar el sistema sanitario, reforzar los protocolos de seguridad en el transporte colectivo y en las actividades turísticas.

Otras opciones consideradas para aumentar la seguridad pero no tan necesarias son limitar el aforo en las piscinas y playas, uso obligatorio de mascarillas y una app para el seguimiento de la trazabilidad de los contagios.