El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ha reconocido que el nuevo Govern de coalición con ERC aún no tiene definida una estrategia independentista consensuada: "Tenemos un acuerdo de legislatura, no sobre la estrategia".

Lo ha dicho en una entrevista este domingo en el diario 'Ara' recogida por Europa Press, dos días después de que el Parlament haya investido presidente de la Generalitat al hasta ahora vicepresidente del Govern, Pere Aragonès (ERC).

Por otro lado, ha defendido que poner la Conselleria de Economía a cargo de Jaume Giró sitúa a Junts "en el epicentro del mundo económico", un sector que asegura no se ha cuidado lo suficiente en los últimos años.

Ha asegurado que Giró aportará al nuevo Ejecutivo solvencia en la gestión, y que con esta decisión no augura "más" dificultades con la CUP --que alcanzaron un acuerdo para investir a Aragonès-- que si hubieran decidido poner a otra persona al frente de ese departamento.

Ha reconocido que pudo ser un "error" la manera en la que se comunicó que la vicepresidenta de la formación, Elsa Artadi, finalmente no estaría al frente de la Vicepresidencia de la Generalitat y de Economía, después que de todo apuntara a que Artadi formaría parte del nuevo Govern.

Clara Ponsatí y Quim Torra

Sin embargo, ha asegurado que para él no supone una señal de oposición interna sobre el acuerdo alcanzado con ERC: "Sé que en Junts hay gente a la que no le gusta el acuerdo, pero el apoyo ha sido incontestable, del 83%", ha recordado.

Al ser preguntado por los posicionamientos contrarios al acuerdo expresados por perfiles significativos dentro del partido, como la exconsellera y eurodiputada Clara Ponsatí o el expresidente de la Generalitat Quim Torra, ha remarcado que no son afiliados de Junts y que "se les atribuye una influencia que no tienen".

"Exceso de testosterona"

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Ha considerado que la propuesta de Aragonès de gobernar en solitario y en minoría alegando falta de entendimiento entre ambas formaciones fue parte de una "estrategia negociadora, la última presión para marcar territorio" ya que el 90% del documento del pacto ya estaba cerrado.

Ha achacado los escollos en las negociaciones para alcanzar un pacto de gobernabilidad entre Junts y ERC a un "exceso de testosterona por los dos lados", además de desconfianzas mutuas y muchos reproches, que atribuye al cansancio --ha dicho textualmente-- de los últimos tres años de lucha independentista.