Ya hay una dirección provisional al frente del PSOE madrileño, nombrada y controlada por Ferraz y la Moncloa: la gestora estará encabezada por la diputada en el Congreso Isaura Leal, miembro de la ejecutiva de Pedro Sánchez y persona de la confianza del secretario regional dimisionario, José Manuel Franco. Ella llevará las riendas de la federación hasta la celebración del congreso ordinario, que se celebrará, previsiblemente, a finales de año.

Ferraz comunicó este viernes, pasadas las 11 horas, la composición de la gestora del PSOE-M, que queda de inmediato constituida y que tiene su primera reunión a la una de la tarde en la sede regional, en la calle del Buen Suceso de la capital. La nueva presidenta, secretaria de Función Pública del PSOE, es una buena conocedora de la federación madrileña y una discreta dirigente. A Leal, que también lidera la dirección provincial interina del PSOE de Huelva, le acompañan otros nueve cuadros. La lista es paritaria, cinco hombres y cinco mujeres.

Ferraz comunicó este viernes, pasadas las 11 horas, la composición de la gestora del PSOE-M, que queda de inmediato constituida y que tiene su primera reunión a la una de la tarde en la sede regional, en la calle del Buen Suceso de la capital. La nueva presidenta, secretaria de Función Pública del PSOE, es una buena conocedora de la federación madrileña y una discreta dirigente. A Leal, que también lidera la dirección provincial interina del PSOE de Huelva, le acompañan otros nueve cuadros. La lista es paritaria, cinco hombres y cinco mujeres.

Uno de los integrantes es Fran Martín Aguirre, desde enero de 2020 director del Departamento de Planificación y Seguimiento de la Actividad Gubernamental de la Presidencia del Gobierno. En el primer Gobierno de Sánchez, antes de la entrada de Unidas Podemos, era el jefe de Gabinete del número dos de la Moncloa, Félix Bolaños. Es, de hecho, un hombre de su confianza, pero también del líder socialista. Ambos, Martín y Bolaños, le acompañaron desde el primer momento en su difícil travesía de las primarias de 2017, las que finalmente ganó a Susana Díaz por goleada.

En la gestora entran dos alcaldes. Uno, Santi Llorente, regidor de Leganés, uno de los municipios del cinturón industrial de la región. Y dos, María Cano, primera edil de Robregordo, un pequeño pueblo (65 habitantes) de la sierra norte de la comunidad.

Componen la dirección provisional, asimismo, varios diputados regionales que mantienen su acta tras la debacle del 4-M: Javier Guardiola, secretario general de las Juventudes Socialistas de Madrid; José Luis García Sánchez, exalcalde de San Martín de Valdeiglesias y secretario ejecutivo de Política Municipal de la ejecutiva saliente; Lorena Morales, responsable de Igualdad de la cúpula de Franco; Diego Cruz, ex secretario general del distrito de Chamberí de la capital, y Carmen Mena, secretaria ejecutiva de Movilización de la dirección dimisionaria, secretaria general del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid en la última legislatura y líder local del partido en Humanes. La nómina se completa con África Moreno, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Los Molinos, localidad de 4.400 habitantes situada en la Sierra de Guadarrama.

La lista de integrantes de la gestora deja ver el control de Ferraz y de la Moncloa, aunque fuentes de la dirección saliente recalcan que la composición no sorprende, por cuanto sus miembros son "de la confianza de José Manuel", empezando por la propia Isaura Leal. "Es un equipo muy de él", precisan. En el entorno del ya exjefe regional confirman este punto y también que él "no jugará a nada en el futuro". "Son gente sensata que conoce el partido", señalan en la federación. La nómina la confeccionó Ferraz en la noche del jueves, tras la reunión de la ejecutiva, y sí se la mostró a Franco antes de darla a conocer este viernes a los medios, según indicaron fuentes próximas al exlíder.

En la dirección provisional no se sentarán, en principio, ninguno de los dirigentes que podrían optar al liderazgo del PSOE-M, como los diputados regionales Juan Lobato —número cuatro de la lista de Ángel Gabilondo y exalcalde de Soto del Real— y Mónica Carazo —la seis de la candidatura y coordinadora de la campaña del candidato—. Pero suele ser habitual que aquellos que puedan optar a la secretaría general no formen parte de las respectivas gestoras. Así ocurrió en la comisión política que se hizo cargo del PSOE tras la dimisión de Joaquín Almunia en 2000 (no entraron José Luis Rodríguez Zapatero, ni José Bono, ni Matilde Fernández, ni Rosa Díez); ni en la gestora de la federación madrileña que siguió a la renuncia de Rafael Simancas en 2007 (no se incorporó Tomás Gómez, luego jefe del PSM); ni en la que Ferraz constituyó tras fulminar a Gómez en 2015 (no se sumaron los candidatos Sara Hernández y Juan Segovia), ni en la cúpula que dirigió el PSOE con la caída de Sánchez en 2016 (no se sumaron a ella ni el propio Sánchez, ni Susana Díaz, ni Patxi López).

De los potenciales candidatos, el que más ha dejado claro que no descarta postularse es, precisamente, Juan Lobato. Ayer jueves, en la SER, dejó abierta esa puerta y pidió una renovación profunda en la federación. Lobato es uno de los valores emergentes proyectados por la Moncloa, como Carazo, y ya compitió contra Franco en el congreso regional de 2017. Este venció con holgura, con un 71,77% de los votos, frente al 19,74% cosechado por Lobato, pero entonces no estaba promovido por Ferraz.

La constitución de la gestora es la consecuencia directa de la renuncia al cargo del líder del PSOE-M, José Manuel Franco, actual presidente del Consejo Superior de Deportes y exdelegado del Gobierno en Madrid. Según los estatutos federales del partido, si dimite el secretario general, cae automáticamente toda su dirección, y el estamento superior, en este caso Ferraz, ha de designar una nueva cúpula interina hasta el siguiente congreso.

En el caso actual, la gestora presidida por Leal conducirá el PSOE-M hasta el cónclave ordinario, por lo que su mandato puede acercarse a los seis meses. No liderará la federación solo 90 días, como prescriben, con carácter general, los estatutos. El secretario de Organización, José Luis Ábalos, indicaba ayer en Ferraz que no tiene sentido montar un cónclave extraordinario, que habría de celebrarse en 40 días, cuando luego a finales de 2021 correspondería organizar el congreso ordinario. Y es que el comité federal de mediados de julio aprobará la apertura del proceso congresual, que arrancará en octubre con el cónclave federal del PSOE y seguirá en cascada con la renovación de las estructuras orgánicas autonómicas, provinciales y locales.