La Fiscalía pide 30 años de cárcel para un acusado de imponer a su mujer un "clima de terror" con continuos maltratos y matarla porque pensaba que era infiel dentro del control al que la sometía, justificando el asesinato en una carta en la que decía: "Te amo tanto que antes de perdonarte te quito la vida".

La Audiencia Provincial de Madrid ha señalado para el lunes el juicio por esta causa que se celebrará con jurado y en el que se sentará en el banquillo N.B.V., acusado de matar a su pareja el 5 de julio de 2018 en su domicilio de Madrid.

En sus conclusiones provisionales el fiscal relata que el acusado y su pareja mantuvieron una relación sentimental desde 2016 hasta el 3 de julio de 2018, cuando N.B.V. abandonó el domicilio a petición de la víctima. Añade que durante ese periodo el hombre actuó "con ánimo de alterar la paz familiar y la convivencia así como de atemorizarla, imponiendo siempre su voluntad, golpeándola y menospreciándola de forma cotidiana, lo que no impidió el mantenimiento de la relación de pareja debido a la dependencia emocional que la había generado".

El 5 de enero de 2017 la mujer sufrió una agresión en el interior del domicilio, un hecho por el que el acusado fue condenado como autor de un delito de lesiones en el ámbito familiar a nueve meses de prisión y a otros vente meses de prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima. Pese a ello el 1 de julio de 2018 tras regresar juntos al domicilio común el acusado empezó a recriminar de forma insistente a la mujer que no le ayudara lo suficiente y le propinó varios golpes con la mano en la cabeza.

La Fiscalía explica que "presa del temor que sintió" la mujer "abandonó el domicilio esa misma madrugada con la excusa de ir a comprar unas cervezas" y se fue a pasar unos días al domicilio en el que trabajaba como empleada doméstica. En la noche del 5 de julio de 2018, tras salir del trabajo, la víctima se dirigió al domicilio familiar "en la creencia de que el acusado ya lo había abandonado de forma definitiva dos días antes". Sin embargo cuando entró en la vivienda se encontró con N.B.V., a quien le recriminó que hubiera desoído su petición de abandonar la casa.

El acusado, que tenía ya la prohibición de acercarse o a comunicarse con ella, le pidió perdón y una nueva oportunidad pero la mujer, "ante el miedo que le inspiraba el acusado como consecuencia del clima de terror en el que vivía", le sugirió ir a hablar a un bar ya que en otro caso llamaría a la Policía, siempre según el relato de la Fiscalía. El fiscal añade que en ese momento "al ver que no lograba imponer su voluntad y convencerla para retomar la relación el acusado sujetó a la mujer por un brazo y sin posibilidad de que ella pudiera reaccionar y defenderse cogió un cable eléctrico, lo enrolló alrededor del cuello de su pareja y apretó con fuerza hasta que logró acabar con su vida".

El acusado dejó después sobre una mesa de la vivienda una nota manuscrita en la que se podía leer: "Solo le pido a Dios que me perdone o que me quite la vida, te amo tanto que antes de perdonarte te quito la vida, tres años a tu lado luchándolo, dándolo todo y ahora me traicionas, confié en ti ciegamente pero te sigo amando y un día nos veremos en el cielo". Antes de abandonar la vivienda el acusado se cambió de ropa, se aseó y cogió el móvil de su pareja para enviar varios mensajes por whatsapp a una amiga de la víctima como "ahora no puedo chiqui", "después te llamo" y "chique tengo compañía", indica el fiscal.

La Fiscalía acusa a N.B.V. de delitos de maltratos habitual y de obra en el ámbito familiar, asesinato y quebrantamiento de condena por el que además de la citada pena de prisión pide que indemnice en cien mil euros a cada uno de los dos hijos de la fallecida, mayores de edad, que residen en Paraguay.