La expresidenta del Parlament Carme Forcadell afirma que las mujeres que cumplen condenas de prisión en Cataluña sufren un "sistema penitenciario machista" y "con menos derechos" con respecto a los hombres, por lo que reivindica un cambio de modelo en la cárcel que sustituirá a la de Wad-Ras.

Forcadell, que cumple condena de 11 años y medio por sedición en la cárcel de Was-Ras, se muestra muy crítica con el sistema penitenciario de mujeres en su libro "Escribimos el futuro con tinta lila" (Editorial Destino).

En una rueda de prensa de presentación de su libro, Forcadell ha afirmado que en su obra ha querido reflejar su experiencia como presa en las cárceles por las que ha pasado, y también lo que ha aprendido de otras internas, además de lo que ha conseguido cambiar ella personalmente en el sistema penitenciario.

La expresidenta del Parlament, que escribió su libro con bolígrafo de color lila como símbolo feminista, ha recordado que en Cataluña solo hay una cárcel específicamente de mujeres, la de Wad-Ras, que con el paso de los años ha llegado a quedar "obsoleta, pequeña y triste".

La mayor parte de las mujeres presas se encuentran ingresadas en módulos de mujeres de cárceles concebidas para hombres, lo que conlleva que exista, ha denunciado, "un sistema penitenciario absolutamente machista" y con menos derechos para las internas.

"El sistema penitenciario actual es absolutamente cerrado y quizás nunca se habría sabido qué pasa en las cárceles si no hubiésemos entrado -ha afirmado-, porque nadie explica lo que sucede dentro, es un sistema hermético, y por esto yo intento explicar la vida de las mujeres que están en las prisiones, darles voz".

Hay algunas internas "que es como si ya hubiesen nacido en la cárcel"

Según Forcadell, hay algunas internas "que es como si ya hubiesen nacido en la cárcel, porque no han tenido ninguna oportunidad en la vida de no estar en ellas, han vivido una situación muy difícil, han nacido estigmatizadas".

Entre las cosas de las que se enorgullece de haber contribuido a conseguir, cita el hecho de que las internas tengan secadores para el pelo, unos horarios mejores o el derecho de las mujeres a tener también los trabajos mejor remunerados de las prisiones, los cuales hasta hace poco estaban reservados solo a los hombres.

Otra cuestión lograda, ha añadido, "es que en todos los lugares donde hay que tomar decisiones siempre haya alguna representante de las presas, es decir, del módulo de mujeres".

Al conseller o consellera de Justicia del nuevo Govern, Forcadell le pide que la nueva prisión de mujeres que se construye en la Zona Franca de Barcelona "sea más abierta, que esté más pensada para la reinserción que para el sistema punitivo, porque este último no funciona, mientras que el primero sí".