No ha habido sorpresas. El Consejo Interterritorial de Salud ha acordado este miércoles prácticamente por unanimidad el cierre de todas las comunidades en Semana Santa, salvo Canarias y Baleares, así como establecer un toque de queda de entre las 23 y las 6 horas.

Esto se traduce en que las Pitiusas no podrán recibir visitantes peninsulares en Semana Santa.

También se limitan el número de personas por mesa en los bares a un máximo de cuatro en el interior y seis en las terrazas, mientras que en las viviendas no podrá reunirse nadie que no sea conviviente. "Un acuerdo que significa seguir salvado vidas", según la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Tampoco ha sorprendido a nadie que Madrid haya sido votado en contra y que una vez acabada la reunión ha anunciado que no aplicará el confinamiento perimetral. Aunque su presidenta Isabel Díaz Ayuso había anunciado el día anterior que "Madrid obedecería, como siempre ha hecho", a nadie le puede extrañar otro cambio en una dirigente que reclama al Gobierno que actúe y que cuando actúa pide que se respete su singularidad. El cambio en sólo 24 horas podría obedecer además al interés de Ayuso de mantener su rebeldía frente al Ejecutivo como bandera en las elecciones que ha convocado.

La ministra ha sido muy clara al respecto. "El acuerdo se publicará como Orden Ministerial y será, por tanto,. de obligado cumplimiento", ha advertido en varias ocasiones, aunque no ha querido precisar que medidas se tomarían si Madrid persiste en su desobediencia. "Madrid estará perimetrada 'de iure' y también 'de facto' porque el resto de comunidades también lo estarán", se ha limitado a afirmar. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en una rueda de prensa paralela ha argumentado que el decreto del estado de alarma convierte establece que la autoridad sanitaria son los presidentes de las comunidades y que las experiencias anteriores les han demostrado que los cierres perimetrales no son útiles en regiones tan densas.

Nada de familiares

Tampoco se podrá viajar fuera de Catalunya para ver a familiares, como había apuntado la portavoz del Govern, Meritxell Budó. Así lo ha descartado explícitamente la ministra Darias: "Sólo se podrá viajar por las cuestiones esenciales que prevé el decreto de alarma". Lo que sí podrá hacer una comunidad es ser más restrictiva. Las medidas son de mínimos, por tanto, nada impedirá que alguna autonomía vaya más allá, según figura en el texto del acuerdo. En este sentido, Cataluña ya ha anunciado que mantendrá el toque de queda las 22 horas.

Cataluña se ha abstenido en la votación. Es la única que lo ha hecho, porque cree que el gobierno español "sólo quiere actuar cuando llegan las vacaciones y el resto del año se lava las manos", han explicado fuentes de Salut. El representante del departamento que ha participado en la cumbre, Marc Ramentol, ni siquiera ha mencionado la cuestión de los familiares en la misma. Budó es de JuntsXsí y la 'consellera' es de ERC.

El acuerdo también incluye la aplicación de las mismas medidas durante el puente de San José, entre el 17 y el 21 de marzo, en aquellas comunidades en las que es festivo: Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Extremadura, Murcia, Navarra y Galicia. Por Semana Santa, el periodo de vigencia de las medidas irá del 26 de marzo al 9 de abril.

AstraZeneca

La ministra también ha anunciado que este jueves se reunirán la ponencia de vacunación y la Comisión de Salud Pública para revisar la decisión de no administrar la vacuna de AstraZeneca a los mayores de 55 añosA la luz de las últimas evidencias científicas, especialmente el estudio publicado por la sanidad británica, se podría autorizar hasta los 65 años, como han reclamado reiteradamente los representantes de Catalunya y Madrid. Darias no se ha pronunciado, pero todo apunta a que la decisión va a ser positiva. Portugal, Alemania, Italia y Suecia ya han rectificado su decisión inicial de limitar el inmunógeno a la misma edad que España.

Con un repunte inquietante en muchos países europeos, España sumó el martes 4.013 nuevos positivos y 291 muertes, con un lento descenso de la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en 14 días, que bajó 3,2 puntos hasta los 139 casos. La presión en las ucis volvió a descender, pero muy lentamente, y se situó en el 23,2%, y la ocupación hospitalaria sigue la misma tendencia para situarse en el 7,5%.