"No todo es covid". Es algo que llevamos escuchando desde que llegara el coronavirus a nuestras vidas hace casi un año y los hospitales se vieran obligados a centrar sus esfuerzos en frenar la pandemia. Testimonios como el de los padres del bebé cartagenero Hugo Dato nos recuerdan las graves consecuencias que está provocando la crisis sanitaria en algunas personas, más allá de los propios afectados por el virus. Un mal diagnóstico causó una lesión cerebral que ha cambiado la vida del pequeño, quien padeció la enfermedad rara de Kawasaki y no la covid-19, como pensaron en un primer momento.

El pequeño Hugo nació "completamente sano" el 3 de noviembre de 2019 en Canteras, Cartagena. En marzo de 2020, cuando tenía solo cuatro meses y en pleno confinamiento por la pandemia que acababa de arrancar en España, empezó a tener fiebre y otros síntomas como conjuntivitis y eritemas. Su madre, María Jesús, cuenta a La Opinión de Murcia, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, que llamó a su médico, quien le dijo que, dada la situación por la que atravesaban los centros sanitarios, no acudiera al consultorio médico ni a Urgencias, ya que podía tratarse de un caso de coronavirus. Así, le recetó Apiretal para calmar la fiebre y suero fisiológico para los ojos.

No conformes y al ver que la fiebre no cesaba, los padres de Hugo le llevaron a un médico privado de la ciudad portuaria, quien diagnosticó que los síntomas que presentaba el pequeño correspondían a un virus, pero en ese momento aún no había pruebas para saber si se trataba de la covid-19, por lo que recetó un antibiótico. A los 20 días, Hugo se recuperó y "volvió a ser un niño feliz, sano y fuerte", cuenta su madre. Hasta el 27 de diciembre, hace menos de dos meses, cuando ya tenía poco más de un año de edad y comenzó la pesadilla.

Hugo, el bebé con la enfermedad de Kawasaki

Síndrome de Kawasaki

El corazón de Hugo, tal y como detalla su madre, dejó de latir en sus brazos sobre las dos de la mañana tras una mala noche de vómitos. Afortunadamente, en el hospital Santa Lucía, al que acudieron inmediatamente, consiguieron que volviera a tener pulsaciones y le estabilizaron, para después trasladarlo al hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Fue entonces cuando descubrieron que Hugo tenía aneurismas "gigantes" en el corazón y que lo que le provocó las afecciones a los 4 meses era la enfermedad rara que padeció, el síndrome de Kawasaki, que "se podría haber curado con un simple tratamiento, pero no lo detectaron, dieron por hecho que era covid, o un simple virus", lamenta la progenitora del pequeño.

Hugo pasó el síndrome sin tratamiento y, aunque ya no lo padece, el episodio que vivió le dejó graves secuelas: la falta de oxígeno en su cerebro durante el tiempo que su corazón estuvo parado le impide llevar una vida normal. "Puede oír y sentir, pero no consigue conectar con las personas, mirarlos, ni reír ni llorar; no puede sostener su cabeza ni mover brazos y piernas, ni tomar mi biberón como antes", cuenta María Jesús. Ahora Hugo necesita de una sonda nasogástrica.

Hugo, con la sonda nasogástrica

Campaña para ayudar a Hugo

Los tratamientos de rehabilitación para que Hugo se recupere "no bajan de los 1.600 euros al mes", por lo que sus familiares han puesto en marcha una campaña para conseguir ayuda y financiarlos. Han trasladado el latido del corazón de Hugo a una pulsera que venden por un precio de cinco euros, que se pueden adquirir a través de la cuenta de Instagram @Hugo_cree_en_ti.

"Muchas personas nos están ayudando, hemos conseguido unos 5.000 euros y queremos dejar claro que ese dinero se destina exclusivamente al tratamiento de Hugo", asegura su madre.

Pulseras en apoyo a Hugo.