El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo ha negado, en el juicio que se celebra este viernes en su contra por presuntos delitos de calumnias y denuncia falsa contra el ex director del CNI Félix Sanz Roldán, ha negado cualquier ánimo de injuriarle, asegurando que su único interés al denunciarle era proteger los intereses institucionales de España, y ha denunciado que, en cambio, él sí sería víctima de una operación para "aniquilarle" orquestada supuestamente por el ex jefe de la Inteligencia española.

Villarejo, a preguntas de su abogado sobre cuál era su "ánimo" a la hora de denunciar a Sanz Roldán por, presuntamente, difundir una fotografía del ex comisario cuando regresaba de una operación encubierta contra el terrorismo yihadista, no era injuriar sino "definitorio". Según ha declarado, le "indignó" que de esa forma se pusiera en peligro su tapadera y con ello a sus colaboradores. "Me pareció absolutamente aberrante", ha subrayado.

El comisario jubilado ha sostenido que el motivo que le llevó a denunciar a Sanz Roldán fue defender los intereses institucionales de España. "Con la madre, con la patria, sin razón o sin ella. Yo jamás voy en contra, como español", ha sentenciado, al tiempo que ha criticado que "este es un país absurdo donde a uno le insultan llamándole patriota".

Tras ello, de acuerdo con su versión, Sanz Roldán habría puesto en marcha desde el CNI una persecución en su contra. "Está clarísimo que es todo una operación perfectamente diseñada porque hay que aniquilar a un sujeto que se ha atrevido a cuestionar el funcionamiento de una persona que abusa de su condición", ha defendido. "Debo ser el único idiota de este país que se atreve a denunciar al director general del CNI", ha añadido.

Corinna se sintió "amenzada"

La ex amante del Rey emérito Juan Carlos I, Corinna Larsen, ha confirmado este viernes durante su declaración como testigo en el primer juicio seguido contra el comisario jubilado en prisión José Manuel Villarejo que en la primavera de 2012 se sintió amenazada "como ciudadana, como persona normal y mujer" cuando sus oficinas y apartamento en Mónaco fue ocupado por una empresa de seguridad contratada por los servicios de inteligencia españoles (CNI). Pidió explicaciones al hoy ex monarca, que le dijo que se trataba de una operación para protegerla de los paparazzi.

Larsen, vestida de negro y mediante videoconferencia desde una sede judicial en Londres, ha confirmado así las tesis de la defensa de Villarejo, para quien se piden dos años de cárcel por presuntos delitos de calumnias y denuncia falsa contra el ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán.

Durante la declaración, algo lenta al precisar la intervención de intérpretes, el abogado del excomisario, José García Cabrera, le ha preguntado si había tenido la sensación de ser "una ciudadana amenazada por un jefe de estado y de los servicios secretos y si eso le hizo sentir miedo", a lo que la empresaria de origen alemán ha contestado afirmativamente.

"Sí, estaba decididamente muy asustada. No entendía el motivo y no se me proporcionó una explicación adecuada como ciudadana, a una persona normal, una mujer que se encuentra enfrentada con unas personas tan poderosas en territorio extranjero", ha contestado a la pregunta, calificando de "ilegal" la ocupación de sus oficinas y vivienda. Ha añadido que la explicación que obtuvo del rey no tenía sentido porque además al día siguiente tenía previsto abandonar Mónaco, por lo que no habría problemas con los fotógrafos.

También ha confirmado su encuentro personal con el ex responsable del CNI en mayo de ese año, quien se trasladó expresamente a Londres para ello según le informó el propio Juan Carlos I, y a lo que no podía negarse. "Siempre querían hacer constar que el señor Sanz Roldán recibía los órdenes del Rey Juan Carlos I, que las recibía desde arriba", ha dicho.