La fase 1 de la desescalada en Cataluña se ha iniciado este lunes con la reapertura, limitada en horario y aforo, de bares, restaurantes, deporte y cultura, mientras se prevé que a finales de enero se empezará a vacunar contra la covid y, así, inmunizar a 300.000 catalanes antes de Semana Santa y frenar una tercera ola.

El secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, y la consellera de Salud, Alba Vergés, han informado de que el primer envío de vacunas, de la compañía Pfizer, será de unas 350.000 dosis, que permitirá vacunar a 175.000 personas, ya que se administra en dos dosis. En febrero se repetiría la misma acción para alcanzar los más de 300.000 vacunados.

Argimon ha indicado, en la emisora Rac1, que, si "comenzamos a vacunar a finales de enero, a finales de febrero se dará la segunda dosis y, a partir de aquí, se generaría inmunidad en los diez o quince días posteriores", hacia mediados de marzo.

La consellera ha precisado en rueda de prensa, por su parte, que, mientras llega la vacuna, ya se han comprado 10 millones de jeringas para esta campaña y que el orden de las personas que serán inmunizadas primero lo decidirá un grupo de trabajo estable de expertos, del que no han facilitado datos.

Según el coordinador de la unidad COVID-19 de Cataluña, Jacobo Mendioroz, se tendrá en cuenta a las personas más vulnerables, a los trabajadores esenciales y que tienen mayor exposición al virus, a las personas de determinados colectivos con más riesgo de transmisión y también para el control de brotes, aunque no necesariamente por este orden.

A la espera de ese ansiado momento, Vergés ha recordado que quedan más de dos meses por delante, justamente en los que hace más frío y "el virus se comporta de manera agresiva", por lo que "sigue existiendo riesgo" de contagio, y ha pedido no bajar la guardia en el primer día de desescalada. También ha reclamado la "responsabilidad y la solidaridad de todo el país", especialmente para con los sectores que han resultado más afectados por las restricciones, como el de la restauración.

Por su parte, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha advertido en rueda de prensa que las terrazas de bares y restaurantes deben tener como mínimo dos laterales abiertos, ya que, si no, tendrán que cumplir con las restricciones fijadas para el interior de los locales, y ha resaltado que la ventilación es un "elemento clave" para evitar el contagio del coronavirus.

Sàmper ha pedido a los restauradores que lleven a cabo un "cumplimiento real" de las condiciones de reapertura, de por sí ya limitadas -de las 6:00 de la mañana a las 21:30 horas, con un aforo del 30 % en el interior.

El Gremio de Restauración de Barcelona ha cifrado este lunes en el 70 % la reapertura de bares, restaurantes y cafeterías en la ciudad y ha informado de que muchos negocios no han visto viable volver a abrir, además de pedir que la Generalitat estudie alargar el horario hasta medianoche y también el toque de queda.

Los datos de este lunes siguen mostrando un descenso de contagios en Cataluña, con menos de mil en las últimas horas, pero con 51 fallecidos más, que elevan la cifra total a 15.542 muertos, de los que 4.311 han sido personas mayores que vivían en residencias.