Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han detectado la presencia del SARS-CoV-2 en muestras de aguas residuales recogidas en Barcelona el 12 de marzo de 2019, lo que significa que estaba presente un año antes de que se declarara la pandemia de coronavirus a nivel mundial (11 de marzo de 2020) y se decretara el estado de alarma en España (14 de marzo de 2020).

Tal como ha informado la UB en un comunicado, la presencia del virus causante de la COVID-19 en dichas fechas probaría que la infección circulaba mucho antes de que se tuviera constancia. Los investigadores analizaron muestras congeladas de aguas residuales de Barcelona, que revelaron que el 15 de enero ya había presencia del virus, 41 días antes de la declaración del primer caso de COVID-19.

Para llevar a cabo el estudio, expertos analizaron semanalmente muestras obtenidas de dos plantas de tratamiento de aguas residuales de la capital catalana, bajo la premisa de que existen grandes cantidades de genoma de coronavirus en las heces. "Los niveles del genoma SARS-CoV-2 coincidieron claramente con la evolución de los casos de COVID-19 en la población", ha explicado el coordinador del trabajo, Albert Bosch.

No obstante, el hecho de haber encontrado presencia de virus antes de que se diagnosticaran casos demuestra, para los especialistas, que muchos infectados de COVID-19 podrían haber sido confundidos con casos de gripe en la Atención Primaria. "Haber detectado la difusión del SARS-CoV-2 con un mes de anticipación habría permitido una mejor respuesta a la pandemia", ha aseverado Bosch.

Madrid vigilará las aguas fecales en 300 puntos

A su vez, la Comunidad de Madrid vigilará, en colaboración con el Canal de Isabel II, un total de 300 puntos de la red de aguas residuales de la región, de ellos 45 en la capital, para detectar la presencia de coronavirus, ya que su eliminación por las heces permite conocer de forma precoz su incidencia, como ya están haciendo otros países europeos.

Para ello, la Consejería de Sanidad madrileña ha mantenido ya "varias reuniones con el Canal" para planificar esta recogida de muestras que se hará "una vez a la semana en estos 300 puntos", que permitirán evaluar "cuantitativa y cualitativamente las analíticas y así focalizar sobre las zonas donde se detecte la presencia del virus", han dicho a Efe fuentes de la consejería.

El objetivo es que el proyecto se ponga en marcha "próximamente", aunque todavía no hay fechas fijadas, según las mismas fuentes, que, además, han detallado que la elección de las 45 zonas en la ciudad de Madrid responde a la distribución de la red de alcantarillado de la capital.

El viceconsejero de Salud Púbica y Plan COVID-19, Antonio Zapatero, anunció este viernes en la Asamblea de Madrid que la consejería "está trabajando con el Canal de Isabel II para poner en marcha el proyecto de vigilancia de aguas fecales", ya que hay evidencia de "su utilidad en diferentes países europeos". Como el Canal de Isabel II tiene "muy sectorizado" el drenaje de aguas fecales en la región, ello va a permitir detectar "con precisión" en qué sectores de la red están los brotes, ha apuntado el diputado del PP, Eduardo Raboso, en la Comisión de Sanidad del Parlamento madrileño.

En su comparecencia, Zapatero ha detallado que la Red de Vigilancia Epidemiológica de la Comunidad de Madrid está compuesta por un conjunto de sistemas de información, que en el caso del coronavirus permite conocer "que hasta el 21 de junio se han detectado 75.522 casos que fueron clasificados como confirmados al presentar resultados positivos por PCR a SARS-CoV-2".

De ellos, el 54,9 % son mujeres, con una media de edad de 59,4 años, y de 60,4 años en el caso de los varones; así como que el 40,2 % de los casos tenía 65 y más años. El 50,4 % de los casos confirmados han precisado el ingreso en hospitales de la Comunidad de Madrid, según el viceconsejero.