El secretario general del Ministerio de Interior, Juan Antonio Puigserver, al frente de la conselleria de Interior en la etapa del 155, no vio en vísperas del 1-O al mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, alineado con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, cuando éste defendía el referéndum.

Así lo ha puesto de manifiesto en el juicio a la cúpula de los Mossos que se celebra en la Audiencia Nacional, donde la abogada de Trapero le ha preguntado por la junta de seguridad que tuvo lugar el 28 de septiembre de 2017 y por la actitud del mayor al escuchar a Puigdemont mantener su apuesta por la consulta ilegal.

Puigserver ha señalado que Puigdemont fue el único que se manifestó claramente sobre el 1-O en esa reunión y que Trapero solo se refirió a cuáles iban a ser los principios de actuación de los Mossos en una situación que se preveía "complicada", ya que se estimaba que podía haber más de dos millones de personas en las calles y "podría llegar a plantearse un problema de orden público". Trapero, según Puigserver, señaló que no se recurriría a la fuerza o se haría un "uso moderado" en presencia de personas vulnerables, "únicamente para repeler ataques a los propios agentes o a terceras personas".

A preguntas del fiscal, ha explicado su etapa al frente de la conselleria de Interior cuando se aplicó el 155 y ha reconocido que había confianza en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra. Sobre los motivos que llevaron a Interior a apartar a Trapero "solo podría hacer una suposición", ha dicho.

Aunque el 155 permitía sustituir a los mandos de los Mossos por miembros de las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado, se consideró oportuno que un policía autonómico siguiera ejerciendo la jefatura y "por eso se confió en Ferran López", que había sido el número dos de Trapero, ha añadido.

Este martes el tribunal ha dado por concluida la fase testifical y las partes han prestado también sus pruebas documentales y sus vídeos, dejando para el próximo lunes la presentación de las conclusiones. Será el momento de saber si la Fiscalía modifica su acusación de rebelión para los tres principales procesados por la de sedición.

El Ministerio Público ha pedido once años de prisión para Trapero y sus dos inmediatos superiores, el exdirector de los Mossos Pere Soler y el exsecretario general de Interior César Puig, mientras que para la intendente de los Mossos Teresa Laplana solicita cuatro años de cárcel por sedición.

Entre los vídeos mostrados por la Fiscalía en el juicio se han visto diversas imágenes grabadas el 1-O en las que agentes de los Mossos son aplaudidos por los manifestantes al retirarse sin actuar de los centros de votación. Se ha proyectado también un breve vídeo en el que un mando impide que los antidisturbios de los Mossos retiren por la fuerza a personas que hacían una sentada frente a un colegio, e imágenes de agentes retirando urnas entre gritos de "esta es nuestra policía", mirando mientras actúan los guardias civiles o hasta enfrentándose verbalmente a éstos.