El Hogar Don Orione, inaugurado en 1967, es un centro gestionado por la congregación religiosa 'Pequeña Obra de la Divina Providencia fundada por San Luis Orione. Lleva medio siglo tratando de garantizar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual, con elevado nivel de dependencia, a través de profesionales de los cuidados que trabajan allí y de voluntarios que acuden de forma puntual a ayudar.

Tras recibir el visto bueno del juez de Vigilancia Penitenciaria, Iñaki Urdangarin hará dos días a la semana de voluntariado en Hogar Don Orione, ubicado en Pozuelo de Alarcón (Madrid). En 2017, el centro cumplió 50 años de servicio residencial integral a personas con discapacidad intelectual y física. En él se prestan servicios de educación especial, fisioterapia, logopedia, rehabilitación, integración social, deporte y psicomotricidad.

En el Centro Don Orione residen actualmente un total de 114 internos, que son atendidos por 102 personas contratadas. Además, cuentan con entre 30 y 40 voluntarios, un número que se incrementa los fines de semana, según ha precisado el director del Centro Don Orione, Francisco Sánchez Moreno.

En declaraciones a los medios este martes, ha explicado que una de las actividades en las que podrá colaborar Iñaki Urdangarín es "dar paseos". Si bien, ha asegurado que no tiene de momento el auto del juez ni tampoco ninguna noticia oficial del centro penitenciario y, por lo tanto, no tienen nada decidido. En todo caso, ha asegurado que "será tratado como una persona más que va a hacer su voluntariado en el hogar Don Orione".

Según ha señalado, la puerta del centro "siempre está abierta" y "a la gente no se le pregunta de qué religión o de qué cosa es" porque "la respuesta de Don Orione es 'qué mal tienes, qué te hace falta'".

En cualquier caso, Francisco Sánchez Moreno ha reconocido que les "hacen falta muchas más" manos, además de las de los 102 trabajadores y los 40 voluntarios, entre los que también se encuentran personas mayores y jubilados.

El voluntariado, según ha afirmado, es "algo normal, cotidiano" y el objetivo en este hogar es "que estos chicos con discapacidad se integren en la vida normal" pues lamenta que "a veces no hay tanta integración".