El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha aplaudido la convocatoria de elecciones para el 28 de abril y ha advertido de que "lo que está en juego" es si su partido es la alternativa o no al PSOE: "Si un Gobierno Frankenstein II o constitucionalista. Eso es lo que está dirimiéndose en las urnas".

De este modo, en una rueda de prensa en el Congreso ha planteado las elecciones como un pulso para acabar con el "sanchismo" y para lo que podrían contar con el PP con quien, ha señalado, no descartan llegar a acuerdos como han hecho recientemente en Andalucía.

Lo que no ha querido es adelantar acontecimientos y ponerse en el papel de tener que hablar con Vox, llegado el caso, pero ha insistido en que a los únicos a los que le pone un "cordón sanitario" es a los que quieren liquidar España, recordando que ha llegado a pactar iniciativas legislativas con Podemos.

Pero una cosa es llegar a acuerdos con populistas, desde la discrepancia, y otra "que los que han intentado dar un golpe en tu país sean tus aliados".

"Sánchez tiene que pasar a la oposición"

No contempla, por tanto, ningún tipo de pacto postelectoral con el PSOE que, según Rivera, se ha plegado ante quienes "hace un año te han dicho a la cara 'quiero liquidar España'".

Quiere ver al PSOE en la oposición, según ha dicho, y no ve a este Partido Socialista que, según él, tiene secuestrado Sánchez, "como una alternativa constitucionalista".

"El PSOE y Sánchez tienen que pasar a la oposición, solo rectificarán desde la oposición", ha recalcado apuntando que durante la comparecencia de Sánchez para anunciar las elecciones "a los separatistas ni les ha rozado".

Ha calificado de "gran día" la jornada de este viernes, alegrándose de que después de nueve meses de escapada se haya puesto punto y final "a la escapada de Sánchez".

"Podremos ir finalmente a votar un nuevo presidente y una nueva mayoría", ha dicho el líder naranja, que se ha sentido satisfecho porque se devuelva "la voz al pueblo español tras una legislatura fallida", una legislatura, ha señalado, que acabó el 24 de mayo con la sentencia de la Gürtel.

Rivera ha confrontado el proyecto liberal y reformador de Cs con el "conservador" y marcado por la corrupción del PP, pero no ha puesto tierra de por medio al centrarse en que hay que articular una mayoría que mande al PSOE a la oposición porque, de lo contrario, ha avisado, "habrá un gobierno Frankenstein II con los separatistas y Pablo Iglesias de vicepresidente".