El día después de que terminara la ronda de octavos de final, comenzaron a difundirse en las redes sociales imágenes del estadio 974 –levantado de manera provisional para el Mundial– ya medio desmantelado, que evidenciarían las prisas de Qatar por adelantar el mucho trabajo que tiene por delante una vez terminado el torneo. Las fotografías eran en realidad un fake, pues correspondían a la construcción del estadio situado es Ras bu Abboud.

En realidad, Qatar sí parece con prisa de volver a su rutina, aunque quizá no tanta. El día después de que todo terminara, con Argentina ganando su tercer título, el emirato comenzó a recobrar su normalidad. En la Corniche, el paseo marítimo, se reabrió parcialmente el tráfico rodado tras cinco semanas limitado solo a autobuses. Por toda la ciudad se empiezan a ver operarios retirando poco a poco la multitud de vallas que han servido para ordenar todo el torneo.

Por la mañana, en las playas de Katara, al norte de Doha, prácticamente solo se veían residente en el emirato. Y pocos, que aquí las temperaturas ya no suben de los 25 grados y eso en Qatar es más bien fresco, aunque desde España muchos las vayan a añorar súbitamente al leer estas líneas. Playas, por cierto, fragmentadas en tres áreas diferencias: hombres, mujeres y familias. Es así en todas las públicas; en las de pago, libertad total para mezclarse. Aquí, si se paga, se obtiene acceso a casi todo lo que se quiera.

El zoco

La gran diferencia con respecto a días anteriores, no obstante, se palpaba en Souq Waqif, la zona que alberga el zoco de la ciudad. Casi impracticable durante todo el Mundial, con aglomeraciones continuas de aficionados, este lunes por la tarde resultaba un sitio más que agradable para dar un paseo y hacer algunas compras, aun con el caso inherente a cualquier zoco.

"¿'Tenés' de la Argentina?", le preguntaba un seguidor albiceleste a un vendedor al ver túnicas personalizadas con los colores de diferentes selecciones. "Sold out", le contestó, diciéndole que estaban todas agotadas.

Normalidad en el aeropuerto

Argentinos son la mayoría de aficionados que todavía quedan en Qatar y también los que este lunes tomaron un vuelo para salir del país. Qatar Airways había advertido a los pasajeros que salían ayer que estuvieran en el aeropuerto cuatro horas antes de la salida de su vuelo, en previsión de que estuviera masificado por la cantidad de salidas previstas. A la hora de la verdad, el aeródromo presentaba un aspecto de normalidad, tanto por la mañana como al final de la tarde.

Según los datos facilitados ayer por el emirato, 1,4 millones de personas han visitado el país durante algún momento del Mundial recién finalizado. Una cifra monstruosa para un país con una población estimada de tres millones de habitantes. Ahora todos se van (nos vamos), como en un gran éxodo.