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Diario de Ibiza
Ver galería >Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Vicent Marí
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
Sebas
Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
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Puntuales como cada año, la familia Hamersma y algunos amigos han cumplido un año más, y ya van diez, con el tradicional gélido chapuzón del año en la playa de ses Salines. Por culpa de la pandemia del covid, este año no ha habido concentración multitudinaria ni invitación a vino: «Todo lo demás nos lo han quitado, pero que la tradición siga». «Es una pena que este año, en el que se cumple el décimo aniversario de esta costumbre, no se pueda hacer como otros años por la crisis sanitaria», ha comentado Rosa Hamersma, sin tiritar, después de salir del agua.
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