A Juan T. siempre le han gustado los molinos. Por eso, hace más de 10 años que decidió construir uno con sus propias manos en su finca de Jesús. Tras muchas modificaciones y la incorporación de un sistema robotizado de seguridad, parte de esa idea, aunque «aún incompleta», puede contemplarse en su terreno, donde una torre de 4,5 metros aguarda el momento de ser coronada con las ansiadas aspas.
Un ibicenco construye a mano un molino desde hace más de diez años
A Juan T. siempre le han gustado los molinos. Por eso, hace más de 10 años que decidió construir uno con sus propias manos en su finca de Jesús. Tras muchas modificaciones y la incorporación de un sistema robotizado de seguridad, parte de esa idea, aunque «aún incompleta», puede contemplarse en su terreno, donde una torre de 4,5 metros aguarda el momento de ser coronada con las ansiadas aspas.
Un ibicenco construye a mano un molino desde hace más de diez años
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