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Diario de Ibiza
Ver galería >Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
JUAN A. RIERA
Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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Sant Josep celebró ayer su tradicional fiesta de San Isidro, el milagroso agricultor madrileño del siglo XI. Decenas de personas se pasearon por los tenderetes dispuestos en la avenida principal del pueblo, donde se podía degustar desde un pan tradicional elaborado con cereales pitiusos a un refinado aceite virgen extra y comprobar que los payeses se encomiendan ya tanto a los santos como a la tecnología.
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