Además de las cámaras, radares y helicópteros, ahora la DGT cuenta también con motos camufladas para multar a los infractores en carretera durante la Operación Salida del verano. Para poder controlar mejorlos 4,5 millones de desplazamientos por carretera desde el viernes 1 de julio, hasta la media noche del domingo 3 de julio, la Dirección General de Tráfico ha desplegado un gran efectivo con: 780 radares fijos (92 de tramo), 545 radares móviles, 245 cámaras de control de móvil y cinturón, 12 helicópteros, y 39 drones (23 con capacidad para multar). La gran novedad de este año es que a todo esto suma 34 motos camufladas con las que la DGT pretende reducir la siniestralidad en los tramos más peligrosos para los motoristas.

Se trata de una experiencia piloto que arranca en esta operación salida, pero que se prolongará durante los fines de semana de verano, para controlar que los motoristas conducen de forma correcta por las zonas con mayor siniestralidad.

Las motos de la DGT van camufladas, por lo que es muy complicado distinguirlas del resto de usuarios de la vía. Habrá que estar atento por tanto a distinguir motos de alta cilindrada similares a las que ya utilizan con la debida rotulación, y que tengan un comportamiento 'extraño' entre los conductores habituales. Según las primeras informaciones, los agentes van debidamente uniformados con ropa oficial reflectante, pero se desconoce si en las matricula llevan las siglas PGC (Parque de la Guardia Civil)”.

La aplicación Social Drive, ya ha subido algunas publicaciones sobre las motos camufladas detectadas hasta el momento corresponden a una BMW R1150 RT con matrícula normal.

Al igual que los coches con radares móviles, las motos camufladas de la DGT pueden ir equipadas con radares láser instalados en su chasis con los que pueden detectar excesos de velocidad. Ya sea por esta circunstancia o por cualquier otro comportamiento ilegal de los usuarios, las motos pueden intervenir avisando a una patrulla cercana para que interponga la correspondiente multa al infractor.

Tanto con las motos como con el resto de sus efectivos, la DGT pretende reducir la siniestralidad en carretera. Desde que comenzó el año 2002 ya se han registrado 532 victimas mortales en accidentes de tráfico, lo que supone un 17% más que en el mismo periodo de 2021, y un 7% más que en 2019.