España sigue suspendiendo en electromovilidad. Poco importa que la consultora EY considere al país como el noveno del mundo más preparado para la transición hacia la movilidad eléctrica, o que sea el octavo país de Europa en cuanto a puntos de recarga pública -pese a que solo concentra el 3,4% de los enchufes del continente-. Según el barómetro de la electromovilidad de la patronal del sector en España, Anfac, el país sigue muy por debajo de la media europea en cuanto a penetración del coche eléctrico y despliegue de cargadores.

El barómetro de la electromovilidad de Anfac pone una nota del 0 al 100 a los países europeos tomando como referencia el mercado de eléctricos del coche eléctrico, el despliegue de la infraestructura de carga y el tipo de cargadores. En ese sentido, España cerró el segundo trimestre de 2022 con 14,2 puntos, 0,9 más respecto al primer trimestre, colocándose entre los peores países del continente y muy lejos de la media europea, de 29,1 puntos. Según la patronal, el país avanza lentamente en materia de electromovilidad para la consecución de los objetivos fijados para 2022 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec).

En términos de la electrificación del mercado, España alcanzó el pasado trimestre una valoración de 22,7 puntos sobre 100 en el indicador de penetración de vehículo electrificado, que representa un crecimiento de un punto, aunque un incremento menor respecto al periodo anterior. Para este año, el objetivo de matriculaciones se sitúa en 120.000 matriculaciones de turismos electrificados, habiéndose acumulado hasta junio de este año tan solo 38.124 ventas de este tipo, un 31,8% del total.

Hay pocos cargadores y están mal repartidos

En cuanto a la infraestructura de recarga, España registró una valoración de 5,6 puntos sobre 100, con un crecimiento de 0,8 puntos, inferior al registrado por la media europea, que alcanza 10,8 puntos tras mejorar en 1,1 puntos. Asimismo, aunque el total de puntos de recarga ha aumentado en 1.528 puntos en el trimestre, con un total de 15.772 puntos de recarga de acceso público, el objetivo es alcanzar los 45.000 puntos de recarga públicos este mismo año, para cumplir con los objetivos europeos y nacionales.

Por otra parte, los cargadores de menos de 22 kW de potencia, en los que los coches más habituales necesitan más de tres horas para cargarse, son el 83% de la red. Según un estudio del Observatorio de Sostenibilidad, solo el 2% de los conectores supera o iguala los 150 kW, la mayoría instalados por empresas privadas o por los fabricantes de coches, que impulsan el 88% de los proyectos de carga rápidos de más de 250 kW de potencia.

Casi el 70% de los cargadores públicos de España están en las grandes y medianas áreas urbanas, dejando las poblaciones pequeñas y de interior poco abastecidas. Además, los pocos enchufes que se encuentran en las zonas rurales son lentos. Según el informe de Ecodes, en Galicia, Cantabria, La Rioja y Navarra no hay ni un solo cargador rápido, comunidades a las que se suman las provincias de Castellón, Guadalajara, Gipúzcoa, Huesca, Jaén, Palencia, Segovia, Soria y Teruel. En conclusión, mientras en las ciudades hay un cargador cada cuatro kilómetros, en las áreas rurales hay uno cada 349 kilómetros, una cifra superior a la autonomía de muchos de los eléctricos vendidos hoy en día.

José López-Tafall, director general de Anfac, lamenta que a esta velocidad no se alcanzarán los objetivos de descarbonización marcados por Europa. "Es necesario definir unos objetivos públicos vinculantes para el despliegue calendarizado por año y potencias de los puntos de recarga y hacer realidad que un nuevo poste de carga en la vía pública funcione en menos de seis meses", pide López-Tafall, que también emplaza al gobierno a "favorecer la fiscalidad positiva del vehículo electrificado y simplificando y unificando los trámites del Moves III".