Mercedes-Benz ampliará este año la gama EQE con más versiones que completarán la oferta de un modelo clave para la marca alemana, que ejemplifica el objetivo final que la compañía se ha marcado para su electrificación: convertirse en un fabricante de lujo

Esta berlina de tamaño medio se posiciona justo debajo del EQS, la berlina grande, en la gama eléctrica de Mercedes-Benz. Hereda mucho de su hermano mayor, empezando por la plataforma, la EVA2, y sistemas como la Hyperscreencomo la Hyperscreen, disponible de momento solo para la versión AMG 43 por la falta de chips, aunque en el futuro se ofrecerá como opción en otras versiones. Desde el año pasado, la firma alemana vende el EQE en dos versiones, la 350+ y la AMG 43 y a partir del segundo semestre de 2022 ofrecerá tres nuevas versiones, la 300, la 350 y la AMG 53, que será la más radical.

Desde Mercedes-Benz admiten que el EQE es un vehículo más redondo que el EQS, una sensación que, dicen, comparten sus clientes. Esto se debe a que dispone de muchas de sus ventajas, como un enorme habitáculo gracias a una batalla de 3,12 metros, apenas nueve centímetros menor que el EQS, en una silueta más corta, manejable y discreta. Al estar basados en la misma plataforma, el EQE dispone de la mayoría de sistemas que destacan en el EQS, como la mencionada Hyperscreen. Todo, por un precio que arranca en los 76.000 euros para el 350+ y en los 105.425 euros en el AMG 53, ambas por debajo de los 118.062 euros en los que se ofrece el EQS 450+, su versión de acceso.

Lujo enchufable

En Neomotor hemos podido tener una primera toma de contacto con el EQE 350+ y lo primero que llama la atención no es su diseño, sino su apuesta por ofrecer algo más, eso que hace que la marca destaque sobre competidores. Mercedes-Benz quiere ser una marca de lujo pero eso, entienden, no es solo subir el precio, sino aportar valor añadido. En el EQE esta sensación se percibe en el mismo instante en el que se entra en el habitáculo.

El interior es el mismo que el del EQS -sin la Hyperscreen opcional- formado por un ecosistema digital basado en una pantalla para el cuadro de instrumentos digital y una gran pantalla flotante en la consola central para controlar el sistema operativo MBUX, uno de los más avanzados e intuitivos del mercado. Mantiene una fina línea de controles físicos para acceder con rapidez a las opciones más habituales como los ajustes del coche o el selector de modos de conducción, mientras que la climatización es táctil, pero de fácil acceso. Los materiales son agradables al tacto en casi todas las superficies y cuesta encontrar un plástico duro si se omite el negro piano de la consola central.

El sistema MBUX está permanentemente conectado a Internet, puede recibir actualizaciones inalámbricas y dispone de una función de control por voz muy avanzada. El sistema de navegación ofrece la información en el enorme head-up display del vehículo y en la pantalla central, donde ofrece indicaciones en realidad aumentada sobre la carretera gracias a la cámara del frontal del coche. En los eléctricos, la función Electric Intelligence evalúa la ruta para adaptar la contundencia del freno regenerativo o el modo de conducción a sus características y a las del conductor.

En el exterior, el EQE presenta los elementos más característicos de la familia EQ de coches eléctricos, como la enseña de Mercedes-Benz destacando sobre una parrilla en negro brillante, con franjas cromadas en el AMG. Su frontal llama la atención por su corto capó, pero en el conjunto el EQE se muestra muy aerodinámico gracias al concepto de cabina avanzada y el perfil aerodinámico de la zaga, que termina en un corto alerón. Las llantas son de serie de 19 pulgadas, 21 opcionalmente, y están disponible en varios diseños. Entre sus sistemas opcionales está el eje trasero direccional, que mejora su maniobrabilidad y está disponible en dos versiones con ángulos de hasta 4,5 o hasta 10, respectivamente.

Propulsión y carga

El Mercedes-Benz EQE dispone de un motor en el eje trasero de 292 CV de potencia en el caso de la versión 350+ y de dos motores eléctricos, uno en cada eje, de 476 CV de potencia en el AMG 43. De momento, el AMG 43 y el futuro AMG 53 son los únicos con tracción total 4Matic, aunque se extenderá también al resto de la gama en el futuro. En el 350+ la entrega de potencia es instantánea y lineal y la marcha estable y muy cómoda. El freno regenerativo puede controlarse con las levas del volante, pudiendo adaptar su contundencia -el nivel máximo es realmente poderoso- a nuestras necesidades.

En ambos casos, la batería que alimenta sus motores es de 90 kWh de capacidad, con lo que su autonomía, sobre el papel, es superior a los 660 kilómetros. En la prueba recorrimos más de 250 kilómetros sin problemas y sin sufrir por la carga. Admite hasta 170 kW de potencia de carga en corriente continua -con lo que necesita 33 minutos para recargar el 80% de su batería- y hasta 11 kW en corriente alterna (CA), aunque en el futuro podrá cargar a 22 kW en CA. Con la compra del coche, el usuario cuenta en el servicio Mercedes me Charge, que permite acceder a más de 530.000 cargadores en todo el mundo de forma sencilla, empezando el proceso de carga solo con enchufar el coche.

Mercedes-Benz cimenta con el EQE las bases de una gama eléctrica que ya ofrece alternativas en muchos segmentos pero que solo hará que crecer, tocando casi todo el mercado, incluyendo la deportividad extrema con los futuros AMG o el lujo más exclusivo con los futuros Maybach.