Con la llegada del frío es importante tener en cuenta una serie de factores a la hora de conducir nuestro coche. La bajada de temperaturas puede afectar a nuestra manera de conducir, lo que es un peligro para los otros conductores y para nosotros mismos y las personas que viajen en nuestro vehículo.

Por ello, a la hor ade coger el coche ahora que los termómetros caen y la lluvia y la nieva son algo habitual, es importante prestar mucha atención a una parte del coche que no solemos atender tanto como antes. Te hablamos del parabrisas

Su importancia y riesgos

La evolución del parabrisas ha sido imparable, hasta convertirse hoy día –según los expertos– y dependiendo de la tipología del modelo, en una evidente ayuda estructural. Y también de su seguridad pasiva, pues en caso de vuelco los cristales ayudarán a resistir el hundimiento. En su fabricación se utilizan dos tipos de vidrios: templado o laminado. El primero, en desuso –aunque más barato–, al romperse se fragmenta en muchos trozos impidiendo la visión del conductor y pudiendo lesionarle.

El parabrisas laminado, por el contrario, se considera un avance esencial en la seguridad. Se compone de dos láminas de vidrio entre las cuales se insertan una o dos láminas plásticas de poli-vinilbutiral (PVB). En caso de rotura, los fragmentos de vidrio permanecen adheridos a la lámina de plástico, permitiendo la visibilidad.

La evolución de los cristales también se ha visto reflejada en el confort interior, con un mejor aislamiento acústico. Algunos parabrisas reducen el nivel de ruido hasta un 30% en el habitáculo. Asimismo, protegen de otros agentes exteriores, filtrando más del 90% de los rayos UVA., cuentan desde la Dirección General de Tráfico (DGT).

Es esencial mantener el parabrisas limpio por dentro y por fuera y en buen estado, revisando que no tenga impactos que puedan fracturarlo. El excesivo calor y los cambios de temperatura elevados generan importantes tensiones en los cristales. Y qué decir del frío, sobre todo cuando las bajas temperaturas crean una capa de hielo sobre el parabrisas. En este caso, si utilizamos agua muy caliente, el cambio brusco de temperatura puede producir su rotura, más si tiene algún desperfecto. Según indica la empresa especializada en reparación de lunas Carglass: “Con una temperatura externa de –10ºC, el 80% de los parabrisas se rompió en menos de cinco minutos tras encender la calefacción. A –5ºC, el porcentaje era del 70%. Y a 0 °C, de un 59%”. Si existe hielo en el exterior, lo más recomendable es utilizar una rasqueta con la goma en buen estado para no rayar el cristal. También podemos ayudarnos de alcohol, que tiene una temperatura de congelación muy baja (–114ºC), o algún producto específico.

La multa

El artículo 194 de la Ley de Seguridad Vial explica que "Los agentes de la autoridad encargados de la vigilancia del tráfico en el ejercicio de las funciones que tienen encomendadas podrán proceder a la inmovilización del vehículo, como consecuencia de presuntas infracciones a lo dispuesto en esta ley, cuando

  • El vehículo presente deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vial

Por ello, la DGT puede multarte con hasta 200 euros si circulas con el parabrisas o el resto de los cristales con daños o roturas que dificulten una correcta visibilidad o circular con el parabrisas o el resto de los cristales con una capa de suciedad o de hielo que dificulte una correcta visibilidad.