Tesla está sufriendo, como toda la industria, la escasez de algunos componentes clave para la producción de vehículos, como los chips semiconductores. Aunque en menor medida que algunos de sus rivales, la marca liderada por Elon Musk también tiene tiempos de espera bastante largos para la entrega de sus coches y a raíz de este problema está estudiando la posibilidad de dejar de admitir pedidos de algunos de sus coches para equilibrar la producción y la demanda.

De hecho, Tesla ya ha dejado de admitir reservas del pick-up Cybertruck, que ni siquiera se está produciendo todavía, en todos los mercados excepto en el canadiense, el mexicano y el estadounidense. Este mismo mes Musk admitía en el evento Future of the Car 2022 que “tenemos más pedidos del Cybertruck de los que podremos entregar con tres años de producción”. El pick-up eléctrico de la marca estadounidense debería empezar a producirse el año que viene en Austin, Texas, tras retrasarse un año, ya que inicialmente estaba previsto que empezar a fabricarse este año.

La demanda excede a la producción

Ahora mismo, si alguien quiere un Model 3 en España, debería esperar, según la versión, hasta el último trimestre de este año o el primer trimestre de 2023. Para el Model Y, las entregas más inmediatas no se prevén hasta los últimos meses de 2022 y principios de 2022 para la versión estándar, mientras que la Performance llegaría este mismo verano. Con el Model S y el Model X, sus coches más caros, los tempos son parecidos, aunque las versiones Plaid, más caras y prestacionales, llegarían antes.

Según el mismo Musk, Tesla podría dejar de admitir pedidos en algunos mercados porque la demanda de sus vehículos “excede la producción a un nivel ridículo”. No hay detalles sobre los modelos que podrían verse afectados y qué mercados dejarían de admitir pedidos. En Europa, la demanda del Model Y la cubre la nueva planta de Berlín, mientras que en Asia lo hace, también con el Model 3, la de Shanghái, fábrica que se ha visto forzada a detener su actividad en varias ocasiones este año por las restrictivas políticas anticovid del gobierno chino.

Tesla no es la única marca que está realizando ajustes en su oferta para adaptarse al complicado contexto actual de la industria. Ford, por ejemplo, anunció tener ya comprometida toda la producción de este año del Mustang Mach-E para Estados Unidos y decidió subir su precio en otros mercados, incluido el español para reducir la demanda. Otras marcas y grupos, han priorizado la producción y las entregas de sus coches más caros y más rentables para sacar el máximo partido de los chips disponibles.