La nueva normativa de la inspección técnica de vehículos (ITV) entró en vigor hace unos meses incorporando diferentes novedades que hacen más estricta la prueba y que, además, sirven para adaptarla al Brexit.

Así, la nueva revisión del Manual de Procedimiento de ITV incorpora unos cambios reglamentarios necesarios para adecuar la inspección técnica a las nuevas tecnologías y para especificar de manera más clara y precisa algunos procesos de revisión para los operadores.

Tal como ha explicado la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), una de las modificaciones principales que llega con la nueva legislación es la modificación en la gravedad del defecto de no funcionamiento del ABS, cuando es obligatorio llevarlo.

Antibloqueo de frenos y retrovisores

Con la nueva normativa, que el sistema antibloqueo de frenos presente algún tipo de fallo pasa de considerarse un defecto leve a un defecto grave. Lo mismo pasa con un posible desprendimiento de los espejos retrovisores, que también se considerará defecto grave.

Además, se establece la posibilidad de comprobar los datos del permiso de circulación por medio del Registro General de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT) en caso de no ser presentado este en la estación ITV.

Los defectos graves generan un rechazo de la inspección e inhabilitan al vehículo para circular por las vías públicas excepto para su traslado al taller. Por ello, esta nueva normativa hará que la revisión sea más estricta.

Por su parte, la nueva ITV se adapta al Brexit, por lo que, a partir de ahora, los vehículos procedentes de Reino Unido que se quieran matricular en España se considerarán modelos procedentes de terceros países. Así, se deberán realizar los trámites de importación necesarios, entre otros elementos.

El nuevo manual mantiene las medidas de higiene y prevención en las estaciones de ITV para garantizar que sus instalaciones sean lugares seguros respecto al coronavirus tanto para los usuarios como para quienes trabajan allí.

Multas de hasta 500 euros

Por su parte, la nueva normativa mantiene las multas económicas que puede acarrear el circular por la calle con un coche sin la inspección técnica superada. Por eso, tener la ITV caducada, acarrea una sanción económica de 200 euros, tanto si el vehículo está circulando como si está estacionado en el garaje o en la calle.

Además, ser cazado con la ITV desfavorable también supone una multa de 200 euros. En este supuesto, el titular del vehículo está obligado a reparar los defectos graves y volver a la estación de ITV en un plazo máximo de dos meses y solo puede mover el coche para llevarlo al taller.

Por último, circular con una ITV negativa, es decir, cuando los desperfectos son tan graves que no se permite abandonar la estación por medios propios, supone una multa de 500 euros.

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Mantenimiento preventivo

La inspección técnica de vehículos es una revisión obligatoria que lleva a cabo una empresa certificadora, que verifica que cada vehículo cumpla las normas de seguridad y emisiones contaminantes que se encuentren vigentes en cada momento.