El mundo de la automoción está cambiando, y todavía queda mucho camino por recorrer. Este fin de semana, el Salón de Automoción muestra muchas de las novedades de casi una treintena de marcas en el Recinto Ferial de Ibiza.

Este fin de semana se celebra el Salón de Automoción, ¿cuál es el objetivo principal de esta cita?

El objetivo principal es poder mostrar al público pitiuso todas las novedades del sector de la automoción y de todas las marcas en un mismo espacio. Es una oportunidad única para llegar a todo ese público que no puede visitar un concesionario durante la semana porque trabaja.

¿Cómo ha evolucionado la feria desde su primera edición?

Se ha profesionalizado mucho. En las primeras ediciones era más una feria para mostrar los coches. Ahora trasladamos literalmente cada uno de los concesionarios con las muestras más representativas o novedosas de nuestra oferta de vehículos y llegamos a hacer ofertas y cerrar pedidos.

¿Hacia dónde están mirando las marcas de coches?

Todas las marcas se dirigen hacia el vehículo eléctrico, aunque no hay que olvidar que se debe hacer una transición razonable a ese modelo de vehículo. En esa transición conviven vehículos de diésel, gasolina, de gas natural, de gas licuado del petróleo, híbridos, híbridos enchufables... Y cuando estemos llegando al 100% de vehículos eléctricos ya empezarán a ser una realidad los vehículos de pila de combustible.

¿Están aumentando las ventas de coches eléctricos en Ibiza y Formentera?

Es muy residual todavía y solo representan un 0,8% del mercado.

¿Cuáles son sus principales ventajas e inconvenientes?

Como inconvenientes, destaca el precio. Los vehículos eléctricos siguen siendo un 40% aproximadamente más caros que sus equivalentes en combustión. La infraestructura de carga también puede ser un problema: los vehículos eléctricos más económicos del mercado tienen autonomías alrededor de 150 kilómetros. Si no existe una buena red de puntos de carga en todas las zonas, y esto genera temor en los usuarios a quedarse tirados en la cuneta si les coge lejos de un punto de carga. Por otro lado, no se pueden instalar puntos de carga en todos los aparcamientos o no todo el mundo tiene uno o un garaje donde instalar ese punto de carga. Por otro lado, también está el asunto del stock disponible de los fabricantes para que los clientes compren. «No se puede vender un producto que no tenemos en las estanterías», como dijo Pere Navarro, el director de la DGT, en una entrevista reciente.

¿Están las islas realmente preparadas para asumir una mayor presencia de estos vehículos?

Todavía no, falta infraestructura en cuanto a puntos de carga se refiere. Aunque es cierto que poco a poco se van dando pasos. Esta semana, por ejemplo, se inaugura en Palma de Mallorca la primera electrolinera de Balears.

¿Existe un perfil más o menos definido de los clientes que se interesan por los vehículos eléctricos?

Todo el mundo se interesa por esta tecnología. Lo que pasa es que de momento solo lo veo factible para un cliente que haga pocos kilómetros, pues la autonomía de la mayoría de los vehículos está limitada a unos 180 kilómetros. Hay opciones con autonomía por encima de los 400 kilómetros pero son opciones de precios elevados todavía. Esto va a ser como las infraestructuras, poco a poco se irán abaratando los precios y aumentando las autonomías.

¿Cómo afrontan los concesionarios de las Pitiüses la Ley de Cambio Sostenible impulsada por el Govern Balear?

Para el 2025 quedan todavía cinco años. Ni siquiera está claro que se pueda aplicar porque choca con la normativa europea. A pesar de ello, se están acomentiendo inversiones en el sector y formando a los equipos para preparnos para un futuro de vehículos eléctricos.

¿Qué cambiará en el sector?

Según los gurús en la materia, no solo cambiarán el tipo de vehículos sino la manera de comercializarlos, pues se prevé que en los próximos años la gente no compre vehículos, sino que pague por el uso de los vehículos. En definitiva, se pronostica un cambio de modelo en la movilidad y se pagará por kilómetros. Aunque eso será a largo plazo, se están dando fórmulas en el mercado que se asemejan a ese modelo de movilidad como es el renting a particular.

¿Cuál es la situación general de la automoción?

Hay algo de incertidumbre generada por la situación política (dos elecciones generales en un año y todavía no tenemos gobierno) y la expectativa generada por el vehículos eléctricos. A pesar de ello, el sector se mantiene razonablemente estable con solo una bajada del mercado del 5%. Hasta el 31 de octubre del presente año se han matriculado 3.553 unidades de turismos, todoterrenos y vehículos comerciales.

¿Existe alguna peculiaridad en el mercado de Eivissa y Formentera?

Todos los mercados son diferentes y el hecho de estar en unas islas nos hacen más peculiares todavía. El peso del diésel en Eivissa siempre ha sido unos diez puntos inferior a la media española. Si en la época del auge del diésel en península su peso era del 50%, en Eivissa y Formentera era del 40%. En las islas los vehículos nos duran más y tenemos el parque más antiguo. La razón es muy simple, y es que hacemos menos kilómetros. Por otro lado, el peso de los vehículos pequeños y los SUV es mayor en nuestras islas, pues tenemos mucho camino y mucha gente viviendo en el campo.

¿Cuáles son los vehículos que más salida tienen en la actualidad en las islas?

Los todocamino o SUV y los todoterreno han incrementado su peso en el mercado. Si hace siete años este tipo de vehículo representaba un 20% del peso del mercado, ahora ya representa el 55% del total.

¿Cómo ve el futuro de la automoción?

En los próximos años el sector va a cambiar mucho.Hay que preparase para ese cambio, ya que el que no se adapte quedará fuera del mercado.