Me he llevado una gran sorpresa con el nuevo modelo de la marca surcoreana KIA. Para empezar es un coche que ha nacido híbrido y eso se nota. Se ve que ha sido diseñado para sacarle el mejor provecho en espacio, consumo e incluso en su diseño.

Su altura sin llegar a ser la de un todo terreno es mayor que la de un coche regular. Una gran ventaja, sobre todo aquí en Ibiza donde las pistas de campo juegan malas pasadas a los coches de menor altura.

Centrándonos primero en su interior, es especialmente amplio. Me sorprendió ver el espacio que quedaba entre mi cuerpo y el volante cuando eché el asiento del piloto completamente para atrás. Una persona de altura no tendrá problemas con este modelo. En esta posición pude comprobar que aún quedaba espacio para las piernas del pasajero del asiento trasero.

El volante, de cuero, me resultó fácil y no excesivamente blando ni duro. Eso sí, con la cantidad de botones que integra no supe deducir para qué servían. Tampoco me hizo falta y los que sí utilicé, el volumen, sintonía de radio y teléfono, fueron sin más correctos.

La puerta del piloto contiene también toda una serie de botones que sirven desde para regular los retrovisores hasta para echar el seguro infantil o bloquear las ventanillas. Muy útiles todos.

El modelo que yo probé contaba con un avanzado ordenador de abordo, con GPS. Esto te permite saber dónde te encuentras y lo que consumes en cada momento, entre otras muchas funciones.

Y antes de salir de la cabina, no me voy sin destacar el compartimento para las gafas de sol del retrovisor central que viene fenomenal en el día a día y los espejos de ambos parasoles en los que además hay luz. Un imprescindible para los que nos gusta darnos el último toque antes de salir del coche.

Pasando ya al tema de la conducción, se trata de un coche automático 100% muy fácil de controlar porque si no le pones en posición sport las salidas son muy suaves. En la posición sport se pone al doble de potencia que, para algunas ocasiones, también está bien tener esta opción.

Otro de los detalles importantes que quiero destacar del Kia Niro Hybrid es el maletero. En este caso muy amplio. Pude meter el carrito de mi bebé y la compra de la semana sin ningún problema y todavía me quedaba sitio.

De los extras decir que la cámara trasera me enganchó. Es todo un lujo con el que estoy segura que si me acostumbro, no podría dejar de vivir. La imagen en la pantalla es nítida tanto por la noche como por el día y la guía muy exacta lo que te da cierta tranquilidad a la hora de aparcar. Eso sí, como contrapartida no se baja la música al meter la marcha atrás y esto hace que si no lo haces tú manualmente no escuches el pitido de los sensores.

Este modelo nos lo pone fácil ya que los espejos retrovisores se plieguen al cerrar el vehículo y las luces y el limpiaparabrisas se encienden solos cuando se necesita.

El precio de partida ronda los 20.000€ que teniendo en cuenta las prestaciones y el bajo consumo y contaminación de un híbrido están bien empleados.

En resumen es un coche con detalles sobre todo útiles y cómodos. Tanto para la isla como para convertirse en el coche de viaje familiar, el nuevo KIA Niro híbrido gana muchos puntos.