Desde que se conoció el suceso en la mañana de ayer a través de diariodeibiza.es, los vecinos de Formentera no han dejado de comentarlo. Horst Bringewald, alemán de 83 años, disparó contra su nieto, de 22 años (que está herido grave) y a su nuera, de 49 (que sufrió heridas leves). Después, el agresor se suicidó con la misma pistola con la que había atacado a su familia. La mayor parte conoce a las víctimas más que a su agresor.
La familia agredida es querida y conocida en Formentera. La mujer es una persona activa socialmente que está en la directiva del club de fútbol de Formentera. Su marido, también muy conocido, trabaja en el sector del mantenimiento de fincas y la construcción.
La familia tiene tres hijos. El mayor, herido grave tras recibir dos balazos disparados por su abuelo, uno mediano que estudia en Valencia y el menor, de 11 años y que presenció toda la escena.
El matrimonio había mantenido varios pleitos con el agresor tanto en Alemania como en España por presunta estafa
El origen del conflicto, según los distintos testimonios de amigos y familiares directos, viene de lejos, con pleitos judiciales entre el matrimonio y el agresor tanto en Alemania como en España por presunta estafa.
Desde el Consell de Formentera no se produjo ninguna reacción a la espera del resultado de las investigaciones que está llevando a cabo la policía judicial de la Cuardia Civil.
Mientras, colectivos cercanos a la familia, como la SD Formentera, estuvieron en contacto durante toda la jornada con ellos, pues la mujer agredida forma parte de la directiva del equipo de fútbol. El ambiente en las calles y centros de reunión de Formentera era ayer de tristeza. Nadie daba crédito a lo sucedido y todos se preguntaban cómo un hombre de 83 años podía tener un arma letal en su casa sin que haya pasado por los estrictos controles de seguridad. Y ni siquiera estaba registrada. Él tampoco tenía licencia de armas.
