Ataque masivo
Víctimas de la explosión de buscas en Líbano: "Mi hijo ha muerto con orgullo, como un heroico mártir"
El ataque, atribuido a Israel por Hizbulá y el Gobierno libanés, ha sacudido a un país hecho trizas y sumido en una debacle económica

Vídeo: Atlas News | Foto: Agencias
Con la mirada llorosa, Bilal aguanta. “Mi hijo es un heroico mártir del Líbano”, dice, soportando las lágrimas en sus ojos azules. A unos pasos de su entereza, las mujeres de su familia, sin embargo, no pueden contener el llanto. Llevan horas a las puertas del hospital Geitaui, en uno de los barrios cristianos de Beirut, esperando el retorno de su hijo. O de lo que queda de él. “Él ha sufrido uno de esos asuntos privados que no podemos revelar; ahora está en manos de Dios”, responde Bilal cuando es preguntado por el motivo que le trae aquí. La firmeza de su discurso contrasta con el caos a su alrededor. Ambulancias derrapando, heridos ensangrentados y decenas de personas con el corazón en vilo. Al igual que a otras 2.800 personas, al hijo de Bilal le ha explotado el buscapersonas que llevaba encima. Como a otras ocho víctimas, la trampa mortal en su bolsillo le ha quitado la vida.
“Un heroico mártir del Líbano y del apoyo a Gaza y a los oprimidos en Gaza”, repite Bilal Menhem en referencia a su hijo de 28 años, de quién prefiere no revelar el nombre. Tampoco desvela cómo ocurrió la tragedia. Entre llamadas telefónicas constantes, Menhem recibe a todos los familiares y vecinos que se interesan por su hijo, cuyo cuerpo sin vida sigue en el interior del hospital. También allí dentro, ocho pacientes siguen en estado crítico, según confirma el director médico del hospital, el doctor Naji Abi Rached, a este diario. Mientras que la mayoría de los parientes ansiosos se niegan a hablar con los medios –la tensión se masca, cualquiera es sospechoso de ser espía para el enemigo–, el rol de Menhem como mujtar de Sohmor, una pequeña aldea del valle de la Becá, le permite expresarse con ligereza. En el Líbano, el mujtar es el equivalente de un alcalde, y suele ser el líder de un pueblo o vecindario que es elegido mediante un método participativo y consensuado.
"Una carnicería"
La crueldad del momento no le impide ponerse a filosofar. “Quién no muere ahora morirá después; por eso, prefiero que [mi hijo] muera con orgullo y presente mis respetos en defensa de los oprimidos y en apoyo a los oprimidos del mundo entero”, confiesa Bilal. El orgullo que tantas veces repite en sus palabras también lo transmite su mirada vidriosa. “Porque creemos que esta vida es un lugar de paso y cruces, es mucho mejor la muerte con orgullo”, defiende este padre recién huérfano de hijo. “Nadie ha obligado a nuestros hijos a estar presentes en la vida como si fueran cualquier otro ser humano; el mío reconoce ante Dios que Él es quien nos dio este mundo, y él nos toma y determina para cada ser humano cuál será su muerte y su partida”, constata. “Hasta el último aliento”, concluye un padre que, mientras habla, parece prepararse para el duelo.
Ante la incertidumbre, la espiritualidad es el consuelo de estas familias destrozadas. Pero aquellos que no han sufrido el desgarro empiezan a llamar las cosas por su nombre. “Es una carnicería”, denuncia el diputado de la oposición, Melhem Khalaf, tras visitar a los heridos del hospital Geitaui. “Hoy ha habido una matanza provocada por un increíble ataque con equipos ultrasofisticados que alcanzó a los civiles y, sobre todo, de forma completamente inhumana”, dice este parlamentario a EL PERIÓDICO. “De ahí la necesidad de ver en qué circunstancias estos hechos, que son actos delictivos, pueden seguir quedando impunes; a través de la necesidad de exigir justicia, es importante enfatizar la impunidad”, añade con rabia e indignación.
Un país hecho trizas
El ataque, atribuido a Israel por Hizbulá y el gobierno libanés, ha sacudido a un Líbano ya hecho trizas. Sumido en una de las peores debacles económicas desde 1850 en todo el mundo, según el Banco Mundial, el país de los cedros aún trata de recuperarse de traumas del pasado. La confusión ante lo ocurrido, el elevado número de afectados y la gravedad del ataque recuerda a los residentes de Beirut el impacto de la explosión impune del puerto de la ciudad hace ya más de cuatro años. Este mismo hospital de Geitaui fue uno de los más afectados, a apenas un par de kilómetros de la zona cero de la deflagración, que provocó más de 220 muertos en segundos. “El Líbano fue testigo hace cuatro años de una de las mayores explosiones no nucleares y, hoy, de uno de los mayores ciberataques de la historia”, denuncia el analista libanés Georges Haddad en ‘X’.
“Hoy debemos prestar atención y debemos restaurar la legitimidad internacional”, defiende Khalaf a las puertas del hospital. “Los derechos humanos son una necesidad; de lo contrario, caemos en la ferocidad y el salvajismo”, añade el parlamentario libanés elegido hace dos años como uno de los diputados por el cambio tras las protestas masivas del 2019. Para Bilal, en cambio, la justicia es distinta. Mientras aún trata de masticar la pérdida de su hijo, empieza a perfilar su recuerdo. “Es un heroico mártir que está muy orgulloso de haber sacrificado su vida y de sentirse tranquilizado por este martirio a manos de la mayor opresión del mundo”, apunta Menhem. “Sentimos orgullo, porque conocemos el inicio de este camino y el final del mismo; por eso, recibimos con toda alegría la noticia de su martirio”, constata. Detrás de su sosiego, sus ojos vidriosos hacen ponerla en duda. Su mujer, la madre de este hijo anónimo, niega con la cabeza, y deja que otra lágrima rueda por sus mejillas mojadas.
Suscríbete para seguir leyendo
- La prensa asegura que miles de turistas británicos cancelan sus vacaciones a Ibiza 'porque no son bienvenidos
- El juez del caso Rubiales al abogado de Jenni Hermoso: 'Si sigue así le doy la sentencia para que la ponga ella
- Fallece Toni 'Cala', propietario del restaurante Tijuana de Sant Antoni
- La 'Bestia del Este' llega a Baleares: ¿Cómo afectará a Ibiza?
- El PSOE acusa al jefe de la Policía Local de Sant Antoni de colaborar con Desokupa y exige su cese inmediato
- El jefe de la Policía Local de Sant Antoni, acusado de colaborar con Desokupa
- El renacer del primer cine de Ibiza
- El Consell activará de nuevo el plazo de tres años de la amnistía urbanística en Ibiza