Nueve meses de conflicto

La violencia contra los civiles en la guerra de Sudán provoca una grave crisis de refugiados

La devastadora guerra entre el jefe del Ejército, Abdel Fatah al Burhan, y el jefe de los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR), Mohamed Hamdan Daglo, ha causado más de 12.000 muertos en casi nueve meses

Cooperante de la organización World Vision para la desnutrición atiende a un niño en Sudán. /

Cooperante de la organización World Vision para la desnutrición atiende a un niño en Sudán. / / WORD VISION

Begoña González

La violencia contra los civiles no es cosa de esta guerra. "Sudán tiene ya un historial terrible y no hay signos de mejora. Las guerras sudanesas siempre han llamado la atención por sus numerosas víctimas civiles, ya sea por bombardeos indiscriminados o por los ataques a comunidades enteras por motivos étnicos", explica el representante en Sudán de la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF)Jerome Tubiana a El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica.Y en esta ocasión, a pesar de que, como indica Tubiana, podría haber sido diferente al tratarse "esencialmente de un conflicto entre dos componentes del Ejército", el cruento conflicto está provocando una importante crisis de refugiados.

La devastadora guerra entre el jefe del Ejército, Abdel Fatah al Burhan, y el jefe de los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR), Mohamed Hamdan Daglo, ha causado más de 12.000 muertos en casi nueve meses, según una estimación de la oenegé Armed Conflict Location & Event Data Project (Acled). Y un reciente estudio publicado por MSF da cuenta de que los ataques, sobre todo con armas de fuego, fueron la causa de la muerte en el 82% de los casos.

Ya antes de la guerra, uno de cada tres sudaneses padecía hambre y siete millones de niños no estaban escolarizados, especialmente en las zonas rurales, donde viven casi dos tercios de la población, por lo que desde hace años el flujo migratorio de Sudán hacia los vecinos Chad Sudán del Sur es constante. Solo este último conflicto, ha desplazado a más de siete millones de personas , entre ellos 1,3 millones de refugiados que han logrado llegar a un país extranjero. "Muchos de ellos no han querido quedarse indefinidamente en los pobres campos de refugiados de las fronteras, como sus predecesores de épocas anteriores. Así que miles de ellos se dirigieron ya hacia la costa mediterránea, a través de Libia, o de Chad, para pasar a Níger, Argelia y Túnez. Hemos conocido a algunos de ellos en Libia, Túnez, Italia, Francia... Algunos incluso llegaron hasta Marruecos para cruzar a España", afirma Tubiana. Según Unicef, esta podría ser la "mayor crisis de desplazados del mundo".

A causa de esta última ofensiva, "unas 500.000 personas se refugiaron en Chad", continúa Tubiana y advierte que el país vecino lleva recibiendo refugiados desde hace 20 años y podrían ser ya cerca de un millón de personas. Es por este motivo que Chad "ha aprendido de las experiencias pasadas y ahora está aún mejor preparado para acoger refugiados, habiendo incluso aprobado una nueva ley de refugiados que se utiliza como modelo", afirma el representante de la oenegé.

"Catástrofe generacional"

Cerca de 24 millones de niños sudaneses vivirán una "catástrofe generacional" si la guerra no cesa. En el inmenso país de 48 millones de habitantes, donde pocas provincias están libres de violencia, escasez y saqueo, 14 millones de niños necesitan ayuda humanitaria de emergencia. "El conflicto en Sudán pone en grave peligro su salud y bienestar así como el futuro del país, con graves consecuencias para toda la región", advirtió en la misma línea recientemente Mandeep O'Brien, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). "Sudán necesita paz para evitar una catástrofe generacional", recalcó O'Brien, insistiendo en que "casi 20 millones de niños no irán a la escuela en Sudán este año si no se toman medidas urgentes".

"El punto más crítico actualmente es que los donantes habituales parecen mucho menos interesados en esa crisis que 20 años atrás, porque se están centrando en otras crisis simultáneas", afirma Tubiana. "Hay necesidades enormes que están insuficientemente financiadas, entre ellas la alimentación, razón por la cual nuestros equipos también tienen que hacer frente a tasas de desnutrición muy elevadas", afirman desde MSF.

Algunos países occidentales, como Estados Unidos o Francia, se apresuraron a reaccionar ante dicha crisis, incluso concediendo a los solicitantes de asilo sudaneses, al menos, el estatuto de protección temporal, de forma similar a lo que se hizo con los ucranianos que escaparon del país al inicio de la ofensiva. Esto permitió que más de 4 millones de ucranianos recibieran protección inmediata en la UE. "Parece haber poco interés en Europa para ampliar la excepción ucraniana a otros países devastados por la guerra, lo que ha avivado las críticas contra el doble rasero de la UE entre los refugiados buenos, blancos y cristianos de Ucrania, y otros del sur global", sentencia Tubiana.