Libertad de prensa

Tiempos de guerra para el periodismo en la Italia de Meloni

La nueva ley, que esta semana ha recibido el visto bueno del Congreso italiano -gracias a los votos de la mayoría gubernamental y de dos partidos centristas de la oposición-, ha sido rechazada por la Federación Nacional de la Prensa (FSNI) y el Colegio de Periodistas italiano

Giorgia Meloni.

Giorgia Meloni. / EFE

Irene Savio

Batalla campal por la información en Italia. Una nueva medida, en curso de aprobación, que prohíbe la publicación "integral o parcial" de órdenes de prisión preventiva (hasta el cierre de las investigaciones o la audiencia preliminar), está provocando otra fractura en la ya difícil relación de los medios de comunicación italianos y el Gobierno de Giorgia Meloni. Unos denuncian injerencia política para limitar la libertad de prensa, los otros dicen que así garantizan una defensa justa y la presunción de inocencia para los acusados.

La nueva ley, que esta semana ha recibido el visto bueno del Congreso italiano -gracias a los votos de la mayoría gubernamental y de dos partidos centristas de la oposición-, ha sido rechazada por la Federación Nacional de la Prensa (FSNI) y el Colegio de Periodistas italiano, así como por diversos diarios del país. El periódico 'Il Fatto Quotidiano' incluso ha dicho que, de aprobarse, no acatará la prohibición y que, en caso de que les enjuicien, recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. 

"Las órdenes de arresto no son por ley secretas porque son comunicadas a la persona detenida”, ha precisado Marco Travaglio, el director de 'Il Fatto'. Con esta medida, "la información en nuestro país es menos libre", porque "a la opinión pública se le niega el derecho a estar informada sobre cuestiones como la lucha contra la corrupción y la mafia", ha coincidido Sandro Ruotolo, periodista veterano y responsable de Comunicación del Partido Democrático (PD)

Una difícil relación

En el mismo tono, Alessandra Constante, secretaria de FNSI, ha pedido al presidente de la República, Sergio Mattarella, que no firme la ley, y ha anunciado futuras "movilizaciones del gremio, junto a la sociedad civil" para protestar contra esta "nueva mordaza" a los medios. Por ello, Constante también ha avisado de que no participará en la rueda de prensa final de este año de Meloni. Esta medida "no tiene nada que ver con el principio de presunción de inocencia", ha dicho, en la misma línea, el Colegio de Periodistas.

La situación es otro capítulo de una guerra por la información que existe desde hace muchos años en Italia. Tanto es así que muchos de los últimos Gobiernos del país, desde los polémicos Ejecutivos del fallecido Silvio Berlusconi a los integrados por los populistas 5 Estrellas, han llevado adelante acciones que han enfurecido a los medios de comunicación transalpinos. 

Pero, en el caso de Meloni, las diferencias han apuntado al choque casi desde el comienzo de su mandato. Y se han recrudecido este año, entre otros, también con la abrupta remodelación de la televisión pública, la RAI, en la que en la pasada primavera el Gobierno derechista de Meloni colocó en puestos de poder a diversas figuras más afines a su talante ideológico. Desde entonces, los informadores italianos, especialmente los que se dedican al periodismo de investigación, han multiplicado sus quejas.

En el punto de mira

Este es el caso de 'Domani', diario que ha puesto de mira en más ocasiones al senador Claudio Durigon, ultraderechista de la Liga (socio sénior de Meloni en su Gobierno) y actualmente subsecretario de Economía. Según ha revelado el periódico, Durigon ha denunciado reiteradamente a 'Domani', entre otros motivos, por recientes artículos sobre una presunta compra a un precio sospechosamente favorable de una casa en Roma (exigiendo, entre otras cosas, un resarcimiento de 200.000 euros) y, anteriormente, por su supuesta relación con el crimen organizado en Latina, una localidad cerca de Roma. 

Un caso, este, que ha provocado tal revuelo que, en defensa del diario, se han pronunciado incluso diversos europarlamentarios. "Aquí cómo el Gobierno italiano ataca a la libertad de prensa. Envían a policía a las redacciones. El extremismo de derecha tiene miedo de los medios libres”, llegó a decir Alexandra Greese, del grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europa, después de que 'Domani' fuera sujeto a una inspección policial por las denuncias contra el medio. Un año antes, Meloni denunció a 'Domani' después de la publicación de otro reportaje sobre un presunto caso de nepotismo.

La situación de los medios en Italia es desde siempre observada de cerca por la existencia en el país de organizaciones criminales que acosan a los periodistas. De acuerdo con el observatorio Ossigeno, que empezó sus registros en 2006, más de 7.000 informadores han recibido amenazas desde ese año hasta la primera mitad de este diciembre.