Elecciones en los Países Bajos

¿Quién es Geert Wilders, el trumpista que ha ganado las elecciones en los Países Bajos?

Ha superado procesos judiciales por incitación al odio y se ha ganado la hostilidad de la inmigración con agresivas campañas y propuestas

Gemma Casadevall

A Geert Wilders, el líder del ultraderechista, islamófobo y euroescéptico Partido de la Libertad (PVV), se le ha apodado "el trumpista neerlandés", aunque en realidad su carrera política arranca de mucho antes que la del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. El apodo se le asigna tanto por similitudes ideológicas con el político republicano y con su carácter provocadoranti-establishment y explosivo, como por esa peculiar melena rubia platino que recuerda lejanamente al tupé anaranjado de Trump.

A sus 60 años logró este miércoles el éxito que llevaba buscando desde hace casi dos décadas: convertir al PVV, un partido unipersonal, en la fuerza más votada de las elecciones parlamentarias neerlandesas. Tendrá 35 escaños del total de 150 de la Cámara de La Haya y la primera opción para de formar el próximo gobierno, si es que logra apuntalar la mayoría suficiente con aliados del variado espectro derechista y liberal de su país.

De conseguirlo sucederá en el puesto al liberal Mark Rutte, su gran rival político, de quien entre 2010 y 2012 fue aliado táctico. Ésa fue hasta ahora su única experiencia de Gobierno. Ambos salieron escarmentados de élla -el primer ministro y su socio- e incluso enemistados a escala personal.

Cerrar mezquitas

Rutte le vetó desde entonces como aliado en los sucesivos gobiernos que ha liderado. Con la próxima retirada del primer ministro saliente, anunciada tras la disolución de su última coalición el pasado verano, le llega a Wilders la oportunidad de tomarse la revancha.

La bandera política de este ultraderechista furibundo, nacido en 1963 en Venlo e hijo de un neerlandés y una mujer de origen indonesio, es la batalla contra el Islam, la inmigración, el asilo, la Unión Europea (UE) o la lucha contra el cambio climático. Mantiene en el programa de su partido el objetivo de cerrar las mezquitas y prohibir el Corán, aunque en esta campaña suavizó algo el tono al admitir que no es algo prioritario para sus compatriotas.

Con esta relativa moderación logró doblar en estas elecciones los resultados obtenidos dos años atrás. Se propone ahora dirigir un gobierno centrado en evitar "el tsunami de asilados" que, a su juicio, amenaza la paz social de Países Bajos.

Su carrera política arrancó como militante del partido liberal de Rutte, el VVD, pero abandonó sus filas para fundar en 2006 su PVV. Entonces su figura histriónica se consideraban más bien una caricatura política sin capacidad de prosperar. Pero a lo largo de los años ha consolidado su partido como primera fuerza de la oposición y actor ineludible de la política neerlandesa.

Ha superado procesos judiciales por incitación al odio y se ha ganado la hostilidad de la inmigración con agresivas campañas y propuestas, como la que pretendía implantar un impuesto para las mujeres musulmanas que lleven el velo islámico. Es el político más amenazado de Países Bajos, cuyo modelo de sociedad abierta se vio sacudido por los asesinatos de dos reconocidos enemigos del Islam: el líder ultraderechista Pim Fortuyn, en 2002, y el cineasta Theodoor van Gogh, dos años después. Ello le obliga a llevar permanentemente custodia y a restringir sus actos públicos. Las redes sociales se han convertido en su apéndice político y presume incluso de tener cuentas para sus dos gatos.

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