Guerra en Oriente Próximo

Erdogan asegura que Hamás no es una organización terrorista sino de liberación de Palestina

El presidente turco ha intentado marcar perfil político hacia los sectores más conservadores e islamistas del país con un discurso muy duro contra Israel

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se dirige a los parlamentarios de su partido, este miércoles.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se dirige a los parlamentarios de su partido, este miércoles. / EFE

Adrià Rocha Cutiller

Los intentos de mediación, que Turquía intentó desde el inicio del conflicto, han llegado a su fin. Las palabras comedidas y las apelaciones al diálogo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, exclamaba han sido dejadas atrás. Este miércoles, Erdogan ha pasado al ataque verbal. 

"Hamás no es una organización terrorista, sino un grupo de muyahidines —luchadores de la fe islámica— que combate por la liberación [de Palestina] y la seguridad de sus tierras y ciudadanos", ha dicho el mandatario este miércoles ante su grupo parlamentario en Ankara.

Erdogan, con un discurso muy duro contra Israel, ha intentado marcar perfil político hacia los sectores más conservadores e islamistas del país, que en las últimas semanas han realizado varias manifestaciones en contra de Israel mientras Erdogan y su partido se habían mantenido al margen. Ya no es así. Para este sábado, el presidente turco y su partido ha organizado un gran mitin en Estambul en favor de la causa palestina. 

"Teníamos buena voluntad [con Israel], pero han abusado de ella. Teníamos un proyecto para ir, iba a hacer el viaje hacia allá en el futuro. Pero ahora está todo cancelado. Cancelado. Ya no va a ocurrir, porque Israel ha abusado de nuestra buena voluntad. ¡Israel! Os avisamos: no toquéis a los niños palestinos con vuestros aviones de guerra que vomitan bombas a través de las nubes", ha dicho Erdogan este miércoles.

Restablecimiento de las relaciones

En diciembre del año pasado, después de más de una década de relaciones rotas, Turquía e Israel restablecieron sus respectivos embajadores, en un intento de enterrar las hachas después de que el Gobierno de Erdogan moderase su discurso anti-Israel a causa de la grave crisis económica turca y la necesidad de entrada de dinero extranjero. 

Pero el reacercamiento ha durado poco, algo menos de un año. Turquía es abrumadoramente pro-Palestina, y con las elecciones locales a la vuelta de la esquina, Erdogan, según los expertos, no podía permitirse de cara al electorado turco mantener una posición equidistante entre Israel y Hamás, cuyo liderazgo político residía en Turquía. La prensa del país anatolio, sin embargo, ha asegurado esta semana que Ankara ha pedido al líder del brazo político de la organización, Ismail Haniya, que abandone el país.