Crisis política en Bolivia

Evo Morales anuncia que volverá a postularse a la presidencia y el oficialismo se divide

Según el expresidente, el Gobierno de su heredero político, Luís Arce, tiene un plan para defenestrarlo "con procesos políticos" y que incluso quieren "eliminarlo" físicamente.

El expresidente de Bolivia Evo Morales

El expresidente de Bolivia Evo Morales / Aizar Raldes

Abel Gilbert

Evo Morales, el dirigente cocalero que gobernó Bolivia entre 2016 y 2019, cuando fue derrocado por un golpe de Estado, anunció que peleará por la presidencia en las elecciones de octubre de 2025. Aunque faltan más de dos años para la contienda, su decisión supone un paso más hacia el precipicio del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que Morales fundó y lidero pero que, en virtud de su intento de volver al Palacio Quemado, enfrenta un serio peligro de división.

Una vez derrocado por una conjura de la derecha, en alianza con la policía y los militares, Morales marchó al exilio. Primero México y luego Argentina. Luis Arce, quien fue su eficiente ministro de Economía, uno de los artífices del "milagro boliviano", que permitió sacar de la pobreza a millones de personas, representó al MAS en los comicios de 2020. Su victoria, con el 55% de los votos, junto con David Choquehuanca como vicepresidente, abrió el camino para la renovación de ese partido de izquierdas. La toma de distancia respecto a la primera y extendida era de Morales fue explícita: Arce no se rodeó de ninguno de sus estrechos colaboradores de antaño y, señalaron analistas, en ese gesto se plantó una semilla de la discordia.

La confrontación no tardó en salir a luz. Primero de manera sutil y elusiva. Luego, sin bozal. Las facciones se acusan mutuamente de corrupción y tener relaciones con el narcotráfico. Morales denunció que el Gobierno que gestiona en nombre del MAS y el de los movimientos sociales urdía un supuesto "plan negro" en contra suya y su entorno. Las disputas impactan en el partido así como las organizaciones sindicales y campesinas.La oposición conservadora la observa con entusiasmo. La disputa interna del MAS aumenta sus chances de volver al poder por medio del voto.

En este contexto se conoce el anuncio del exmandatario. Morales dijo durante el acto de postulación que el Gobierno quiere "proscribirlo", "defenestrarlo" e, incluso, "eliminarlo físicamente". En virtud de esta situación, decidió "aceptar" los "pedidos de nuestra militancia y de tantas hermanas y hermanos que asisten a las concentraciones en todo el país" y, de esta manera, representarlos en las urnas. "Me están obligando la derecha, el gobierno, el imperio".

Morales ha dicho además que sus detractores buscarán inhabilitar su candidatura "usando a una mujer", como lo "hizo la derecha" durante la crisis de 2019, cuando en medio de las denuncias de fraude electoral a su favor renunció denunciando un "golpe de Estado" y asumió la presidencia la senadora Jeanine Áñez . "¡Nunca nos vamos a rendir, hermanas y hermanos! ¡Unidos vamos a salvar nuevamente a nuestra querida Bolivia!", señaló.

Punto de quiebre

Morales habló a pocos días de que se lleve a cabo el congreso nacional del MAS en la ciudad de Cochabamba, uno de sus bastiones políticos. Los seguidores de Arce intentaron que esa reunión se realizara en El Alto, la ciudadela que rodea a La Paz. Los dirigentes que responden al expresidente quieren expulsar a Arce y Choquehuanca por "traidores".

El enfrentamiento en el corazón del oficialismo ha sido calificado de "suicidio político" nada menos que por Álvaro García Linera, quien secundó a Morales en el Gobierno durante 13 años. Esas advertencias fueron rechazadas por Morales en su momento con palabras que provocaron sorpresa e, incluso, estupor. "Tengo un enemigo más. Catorce años mi vicepresidente, duele mucho. Será porque soy indígena o será porque soy leal a los principios y valores que nos dejaron los antepasados".

 García Linera volvió a carga días atrás. "Ojo, no jueguen con la paciencia de la gente. Hay un malestar que se está incubando”. El exvicepresidente, dedicado en la actualidad a la vida académica, aludió a una reciente encuesta según la cual la insatisfacción de los bolivianos con la situación económica ha pasado del 35% al 38%. El Gobierno sostiene que la economía crecerá un 4,8% del PIB este año, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado la predicción a un 1,8%.

La utopía de la unidad

Choquehuanca llamó a la unidad y evitar las divisiones. "De seguir así el pueblo se puede enojar contra la clase política". El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Édgar Montaño, fue más explícito en su distanciamiento de Morales y acusó al moralismo de querer cavar la "sepultura" del MAS por "angurria de poder”. Ese apetito desmedido es, a su criterio, el que manifiestan especialmente personas que "rodean al compañero Evo" y le llevan información "mentirosa".

El pasado viernes, Morales acusó a Arce de haber hundido la economía del país desde que tomó las riendas del Ejecutivo. "Cómo es eso hermano Evo! de un cajero, ¿cuántas veces nos ha dicho que el ministro de Economía, en ese entonces el compañero Lucho, era uno de los mejores ministros? ¡Qué ha cambiado hermano Evo! ¡Qué te ha hecho cambiar!". Montaño mostró hasta qué punto se ha dividido el MAS. "Somos hombres de paz y unidad, pero cuando se meten con nuestro presidente, obviamente aquí está el pueblo para defenderlo".