Escuchas ilegales

La batalla entre el príncipe Enrique y la prensa británica se recrudece en el juicio contra el grupo ‘Mirror’

El duque de Sussex, que comparecerá mañana ante el juez, acusa a los tabloides de obtener información sobre su vida privada de forma ilegal

El príncipe Harry y Meghan Markle.

El príncipe Harry y Meghan Markle.

Lucas Font

Finalmente habrá que esperar un día más para ver al príncipe Enrique dando su testimonio en sede judicial. El duque de Sussex ha evitado acudir este lunes al tribunal en el juicio que él y otro centenar de personas han emprendido contra el grupo mediático ‘Mirror’ (MGN, en sus siglas en inglés) por obtener presuntamente información de forma ilegal. Será este martes cuando Enrique comparezca ante el juez, en lo que ha calificado como “el trabajo de su vida”: su batalla contra la prensa británica por haber provocado importantes daños psicológicos a él y a su familia con la publicación de cientos de artículos sobre su vida privada durante años.

Enrique debía presentarse este lunes ante el juez, pero sus abogados han justificado la ausencia asegurando que el duque de Sussex permaneció en Estados Unidos hasta la noche de este domingo para celebrar el cumpleaños de su hija Lilibet. Este compromiso le ha impedido asistir esta mañana al juzgado, algo que ha dejado “ligeramente sorprendido” al juez que lleva el caso, Timothy Fancourt. Enrique sí acudirá este martes, en un interrogatorio que será, previsiblemente, de alto voltaje. 

Teléfonos pinchados

El abogado de Enrique, David Sherborne, ha lanzado este lunes una serie de acusaciones contra MGN mostrando algunos de los más de 100 artículos publicados entre 1996 y 2010 que, según el hijo de Carlos III, fueron redactados con información obtenida ilegalmente. La defensa del ‘royal’ sostiene que tanto su teléfono como el de personas de su entorno fue pinchado en múltiples ocasiones y que los medios del grupo contrataron a investigadores privados para seguir sus actividades, con el conocimiento de sus máximos responsables.

Sherborne ha asegurado que Enrique no tuvo “ningún momento en su vida en el que estuviera a salvo” de la recopilación ilegal de información. “Nada estaba fuera de los límites”, ha afirmado el abogado, quien ha puesto como ejemplo las noticias sobre la relación del duque de Sussex con su expareja Chelsy Davy, que según explica provocaron el fin del noviazgo e importantes episodios depresivos a Enrique. El letrado también ha mostrado artículos sobre la princesa Diana, con información obtenida presuntamente de forma ilegal, y que afectaron de forma indirecta a la salud mental del príncipe, quien acusa al entonces editor del ‘Daily Mirror’, Piers Morgan, como el principal responsable.

Defensa férrea

La defensa del grupo ha negado estas acusaciones y ha insistido en que todas las noticias fueron redactadas con información obtenida de forma legal. El abogado Andrew Green ha calificado de “total especulación” las acusaciones de una supuesta intercepción de los mensajes de la princesa Diana. “No se sostienen sobre ninguna base sólida”, ha asegurado Green, quien ha señalado que la contratación de investigadores privados no demuestran ninguna conducta ilegal. Sobre las acusaciones de haber pinchado los teléfonos, Green ha afirmado que no hay “ninguna evidencia” que sugiera que cualquier teléfono del duque de Sussex haya sido pirateado en ninguna ocasión, a pesar de que el propio grupo pidió disculpas a Enrique por otro caso de recopilación ilegal de información. 

La defensa del grupo MGN ha pedido al juez más tiempo para interrogar a Enrique, con lo que está previsto que su comparecencia se extienda más allá del martes. El príncipe se someterá a las duras preguntas de los abogados, en un acto que algunos han calificado de temerario por las consecuencias que podría tener sobre su ya deteriorada imagen pública. Por ahora, Enrique sigue firme en su determinación por destapar las supuestas prácticas ilegales de la prensa británica en el que es sólo uno de los tres procesos que ha iniciado contra ellos. Los otros dos, que afectan a los grupos editores del ‘Daily Mail’ y de ‘The Sun’, todavía no han sido admitidos a trámite.

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