Disputa lingüística

Multas de 100.000 euros por usar anglicismos en Italia: la última propuesta del partido de Meloni

El proyecto de ley, que choca con un Gobierno que tiene el Ministerio Made in Italy, ha levantado una ola de críticas

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. / Lapresse / Roberto Monaldo/Lapre / Dpa

Irene Savio

La idea la tuvieron 23 diputados liderados por Fabio Rampelli, muy cercano a la primera ministra de Italia, la ultraderechista Giorgia Meloni. Y la enfermedad es real: el uso, cada vez más extendido en Italia, de todo tipo de palabras extranjeras en sustitución de términos italianos (casi siempre equivalentes), tanto en el lenguaje oral como en el escrito. Sin embargo, es la medicina la que ha levantado una polvareda: un proyecto de ley que se propone castigar con multas de hasta 100.000 euros a toda compañía, universidad y funcionario público que use palabras no italianas. 

El argumento es que el idioma italiano puede “colapsar” y “progresivamente desaparecer”, además de que el uso de extranjerismos excluye a una parte de la ciudadanía de "la democracia participada". “Desde el año 2000 hasta hoy, el uso de palabras inglesas (…) ha aumentado en un 773%: son casi 9.000 las términos anglófonos que en la actualidad están en el diccionario Treccani, que contiene 800.000 palabras del idioma italiano”, han añadido. 

De ahí, dicen, que el objetivo es construir “una barrera ante la propagación de términos extranjeros”, porque “la globalización y el monolingüismo estereotipado” son un peligro para los idiomas locales.

'Brexitfobia'

La propuesta, que ya tiene algunos años, la ha reactivado el propio Rampelli. Cuenta con ocho artículos y, aunque su fin es liberar el italiano de toda palabra extranjera, se focaliza en particular en el inglés, el idioma que más suele ser usado para reemplazar las palabras italianas. 

Otro motivo, peregrino: la 'brexitfobia'. “Con el Brexit, (el uso de anglicismos) es aún más negativo y paradójico, pues precisamente el país en el que este idioma se ha originado es el que ha salido de la Unión Europea”, se lee. “No es solo una moda, ya que las modas desaparecen, la ‘anglomanía’ se refleja en las decisiones de instituciones como las escuelas y la universidad, con secuelas para toda la sociedad”, han añadido los diputados.

La disputa no es nueva. Ya en 2015, miles de italianos protestaron después de que la Marina italiana usara el eslogan “Be cool and join the navy”, para atraer a nuevos reclutas. “¿Acaso somos una colonia americana?”, denunciaban por entonces. La propia Academia de la Crusca (la RAE italiana) ha lanzado también algunas campañas para intentar frenar el fenómeno y sensibilizar a la ciudadanía, todas sin gran éxito. 

Ridículo

Sin embargo, esta vez, también la Academia de la Crusca se ha quejado ante una propuesta que considera inadecuada. Claudio Mazzini, director de la institución, ha afirmado que se corre el riesgo de hacer “el ridículo”. Otros han sido aún más tajantes. Han criticado ferozmente la que ha sido tachada de "nueva ‘cruzada" del Gobierno de Giorgia Meloni, a la vez que se han preguntado qué hará la política ultraderechista, por ejemplo, con el ministerio del “Made in Italy”, dedicado a la tutela de productos locales italianos.

De ahí que sobre el asunto interviniese esta semana incluso Antonio Tajani, viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Italia. Preguntado por la cuestión por un periodista que dijo que la propuesta tiene el olor del dictador Benito Mussolini, Tajani aseguró que se trata del proyecto de ley “de un parlamentario, no del Gobierno” que él integra y que lidera Meloni. Aun así, Tajani también añadió que la propuesta “no tiene nada que ver” con el fallecido dictador italiano. 

“Yo siempre he defendido el idioma italiano: es el idioma madre, Dante Alighieri es el poeta del italiano”, añadió. “El fascismo terminó en 1945. Es algo del pasado que no nos interesa y no nos atañe. Mussolini hizo más daños que cosas útiles”, zanjó, más molesto que otra cosa.