Tensión Washington-Bruselas

Biden y Von der Leyen lanzan una tregua en el enfrentamiento por subsidios

Ponen en marcha conversaciones que darían acceso al mercado de EEUU a materias primas críticas europeas que excluyó la Ley de Reducción de la Inflación

Ursula Von der Leyen y Joe Biden, en Washington.

Ursula Von der Leyen y Joe Biden, en Washington.

Idoya Noain

El ruido de tambores de una guerra comercial y de subsidios entre Estados Unidos y la Unión Europea que atronaba desde que Washington aprobó el verano pasado la Ley de Reducción de la Inflación ha bajado algunos decibelios este viernes. Después de una reunión en la Casa Blanca entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se vislumbra lo que puede ser el camino hacia una tregua.

Los dos han pactado empezar a negociar “inmediatamente” un acuerdo que abriría el mercado estadounidense a los llamados “materiales críticos” europeos que se emplean en tecnologías verdes, que la ley amenazaba con dejar fuera. Han acordado, además, poner en marcha un diálogo que evite una potencial guerra de subsidios.

Una ley proteccionista

La ley firmada por Biden destinó 369.000 millones de dólares a la promoción de tecnologías limpias. Entre sus estipulaciones entraba la de dar créditos de 7.500 dólares a los estadounidenses para comprar coches eléctricos nuevos o usados, pero solo si son fabricados en EEUU y cumplen unos requisitos estrictos sobre los “materiales críticos” que se emplean para fabricar sus baterías. Eso hizo saltar las alarmas en Bruselas (así como en países potencialmente también perjudicados como Japón o Reino Unido), que vieron que se les recortaba el acceso al mercado estadounidense.

Se desató también el temor a que la ley provocara una fuga de empresas de Europa, un miedo real al que la Comisión Europea respondió aprobando este mismo jueves una medida que permitía a los gobiernos europeos igualar subvenciones públicas que pudieran ofrecer terceros (como EEUU) para evitar las deslocalizaciones.

El encuentro en el Despacho Oval Biden y Von der Leyen, que la mandataria europea ha calificado de “muy bueno”, ha dado frutos. Y el comunicado conjunto recoge varios, incluyendo ese inicio de conversaciones que permitiría que ciertos minerales críticos extraídos o procesados en la Unión Europea reciban un trato de favor y cuenten como si hubieran sido producidos en EEUU, como requiere la ley de Biden. Es una idea que también se está barajando con otros países afectados, como Japón.

Los dos líderes han anunciado también el lanzamiento del “Diálogo de Incentivos de Energía Limpia” en el que prometen “coordinar” sus programas de subsidios y ayudas y fomentar lo que Von der Leyen ha definido después como “transparencia” sobre esas ayudas. “Las dos partes adoptarán pasos para evitar alteraciones en el comercio trasatlántico y los flujos de inversión que pudieran surgir de sus incentivos respectivos”, reza el comunicado, que habla también de trabajar “contra la competición de suma cero”.

China y Rusia

Tanto con la apertura de conversaciones sobre los minerales críticos como con el diálogo sobre incentivos Washington no solo reduce las tensiones con Europa: también da pasos en su objetivo de buscar reducir la influencia y dependencia de China, algo a lo que se hace referencia, directa e indirecta, en el comunicado conjunto.

 Biden y Von der Leyen han abordado también la cooperación ante la guerra de Ucrania, tratando cuestiones como el apoyo financiero a Kiev o la ayuda a los refugiados. Pero el foco en ese terreno lo han puesto, como ha explicado en declaraciones a la prensa Von der Leyen, en las sanciones impuestas a Rusia por la agresión, y especialmente en la aplicación de los 10 paquetes de castigo aprobados por la UE así como en “evitar la circunvalación” de esas sanciones. También en este campo se ha lanzado un mensaje indirecto a Pekín, a quien Washington ha acusado de estar barajando dar armas a Moscú, y el comunicado habla de dar “nuevos pasos juntos” para frenar a cualquiera que “pueda apoyar la maquinaria de guerra”.